Referentes de Juntos por el Cambio salieron a replicar la arremetida de Elisa Carrió contra los dirigentes a los que señaló por sus vínculos con Sergio Massa, con fuertes acusaciones. De ese modo se desató la discusión más intensa en la coalición opositora desde abril, cuando la mesa nacional en un comunicado le cerró la puerta a Javier Milei.
“Juntos por el Cambio puede pedirle a Carrió que se retire definitivamente de la política, y tal vez es lo que quiere. Si eso sucede, lo hará, pero no puede pedirle que le mienta a la sociedad”, ratificó su posición la Coalición Cívica ayer, en otra muestra de la crisis, con la advertencia de abandonar el espacio. Fue luego de los cuestionamientos en cadena por sus dichos en lunes en TN y al día siguiente en LN+. Arrancó Patricia Bullrich, una vez que en llamados cruzados referentes del PRO y el radicalismo acordaron que no había margen para dejar pasar las agresiones, y luego siguieron Horacio Rodríguez Larreta, Rogelio Frigerio, Gerardo Morales, Cristian Ritondo y Emilio Monzó, entre otros.
“Tengo un profundo respeto por Lilita, una de las fundadoras del espacio junto a Mauricio, pero no estoy de acuerdo con sus declaraciones de estos días. Es muy saludable que haya discusiones internas, pero el límite son los agravios”, tomó distancia el jefe de Gobierno porteño, aliado de Carrió. La exdiputada lo había dejado al margen de sus embates: “Es amigo personal de Massa, pero estoy segura de que no está en ninguno de esos negocios”.
En una suerte de reaparición pública, luego de unas semanas de bajo perfil, Carrió dio dos entrevistas en las que aseguró que la asunción de Massa como ministro de Economía "salvó" Juntos por el Cambio al "transparentar" las posiciones en la discusión entre “ir al panperonismo o al panrepublicanismo”, y apuntó a una serie de dirigentes: “En el gobierno de María Eugenia Vidal la connivencia, la amistad y eventualmente los negocios entre Ritondo y Massa son absolutos. Lo que vi en la Cámara con Monzó, que además son íntimos amigos, es escandaloso. Lo de Frigerio apoyando a todos los candidatos massistas y denigrando a los nuestros también lo vi yo. Y se lo dije a Macri”.
Carrió también disparó contra Bullrich por los que consideró sus “armadores”, Gerardo Milman y Monzó, contra Facundo Manes, Margarita Stolbizer y en menor medida Morales. En la nota con LN+, el martes, incluso hizo un comentario sobre una supuesta relación entre Frigerio y Joanna Picetti, una ex candidata a diputada que la bajaron de la lista por presunto maltrato infantil, lo que potenció el impacto.
“No tiene límites, va con golpes bajos. No podemos darle entidad y ser funcionales al kirchnerismo”, esquivaban algunos referentes la respuesta. El único a esa altura que decidió replicarla fue Ritondo. “Carrió está buscando sus intereses electorales y ver cómo coloca más diputados. Y hoy opera de un lado de la interna. Lamento que lo haga de esta manera. Jamás negocié con Massa en el gobierno en la Provincia, no era mi función”, dijo a Clarín. Luego de las críticas el titular del bloque de Diputados del PRO se había mostrado con Mauricio Macri, con una imagen de Nelson Mandela.
Más tarde, a la medianoche, Bullrich salió con dureza en las redes sociales. "Como presidenta del PRO no puedo ver con buenos ojos el espectáculo degradante de Carrió, al golpear a dirigentes de Juntos por el Cambio objetando sus conductas éticas. Y esto sin mirar la propia y la de sus aliados", remarcó la ex ministra de Seguridad, y agregó: "Se tiene que terminar la impunidad de la palabra. No vale todo. No vale eso de que 'porque es Carrió nadie la enfrenta'”.
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