La ventana de oportunidad temporal que abrió el Banco Central (Bcra) para intentar alentar a que los productores sojeros vendan el grano acopiado no mostró incidencia en el primer día de vigencia del denominado “dólar soja”.
Por el contrario, la entidad se vio obligada a aportar reservas por la mitad de lo negociado en la plaza oficial, lo que la llevó a sacrificar otros USD 130 millones de sus ínfimas reservas en una rueda en la que el volumen operado de contado por la plaza cambiaria oficial fue de USD 254,5 millones, monto 20% mayor al registrado ayer, pero 17% inferior respecto del negociado el miércoles anterior. “Fue en una jornada en la que la demanda de divisas para el pago de importaciones de energía superó los USD 150 millones”, hicieron notar.
De esta manera el saldo que la entidad que conduce Miguel Pesce muestra por sus intervenciones sobre el mercado en lo que va de julio vuelve a ser negativo en más de USD 1.000 millones, lo que supone la peor performance para este mes en más de 20 años.
El incentivo, que supone una mejora del 16% promedio en sus precio de venta según cálculos de mercado (apenas la mitad de lo que se le incrementaron los valores de compra de varios de sus insumos que -por las restricciones impuestas a las importaciones- ajustaron este mes a la par de los dólares legales libres), no mostró mayor impacto dado que el esquema requiere que se den previamente una serie de pasos.
Por esta razón, desde la propia entidad suponen que podría comenzar a hacer algunos aportes al mercado desde “la semana que viene o comienzos de la otra”, según dijeron ante una consulta reproducida ayer por el diario La Nación en un informe de Javier Blanco.
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