Expectativa en la Región por las nuevas medidas económicas
El Gobierno prepara anuncios “monetarios y cambiarios”. Se baraja la posibilidad de una cotización “diferenciada” para el agro. Mientras, el mercado pide “señales claras”.
Con el dólar blue bordeando los 340 pesos y el riesgo país acariciando los 3.000 puntos, los mercados se debaten entre la incertidumbre y la espera de las nuevas medidas que podría anunciar el Gobierno para contener la divisa en el comienzo de la última semana de julio.
Se va un mes de los más convulsionados para la administración de Alberto Fernández. Un mes que, internas en la coalición gobernante mediante, arrancó con la renuncia al Ministerio de Economía de Martín Guzmán y siguió con números inquietantes en la mayoría de las variables. Entre ellas, dos que preocupan como la inflación (consultoras privadas calculan más del 8% para julio) y la cotización del “blue”, que se disparó 100 pesos desde que Silvina Batakis tomó el relevo en el Palacio de Hacienda.
En este contexto, en el Gobierno trabajan en una serie de medidas “monetarias y cambiarias” que podrían anunciarse “en las próximas horas o días”, según trascendió tras los encuentros que (por separado) mantuvo el Presidente con Batakis (que ya está en Washington para reunirse con el FMI) y con la vicepresidenta, Cristina Kirchner.
De acuerdo a lo que dejaron trascender fuentes de la Rosada, con los anuncios se buscaría apuntar al sector agrícola, a partir de la aplicación de un “dólar diferenciado” o “instrumento”, a cambio de que el campo apure la liquidación de granos.
“La principal preocupación pasa por lo del agro, todo apunta a cómo incentivar que los exportadores liquiden las divisas de manera urgente”, completaban cerca del jefe de Estado.
Aún cuando el propio Presidente apuntó al sector el viernes: “El desafío es enfrentar a los que guardan 20 mil millones de dólares en el campo y no los liquidan, esperando una mejor rentabilidad cuando el país lo necesita”, dijo Fernández en un discurso que muchos interpretaron como un mensaje interno hacia el ala kirchnerista del Frente de Todos, en la previa de lo que finalmente podría ser una medida favorable para el campo.
Las versiones sobre los inminentes anuncios del Gobierno para domar el nerviosismo cambiario y evitar la sangría de reservas en el Banco Central indican también cambios en las condiciones para importar “para que las fabricas no se queden sin insumos para producir, pero sin caer en la lógica de las importaciones del macrismo, que entró de todo y perjudicó a la industria nacional”, advertían en Balcarce 50.
En este caso, se buscaría evitar que “a la inflación se sume una desaceleración en la producción y consumo y se caigan en una estanflación”, explicaron las fuentes oficiales y reforzaron: “Hay que garantizar medidas para que haya insumos”. Sin dar mayores detalles, en la Rosada aseguraban que las nuevas medidas tendrán el “mismo ritmo e intensidad” que vienen teniendo los últimos anuncios del Ejecutivo.
Entre ellos, la implementación del dólar diferenciado para turistas que, en pleno salto del “blue”, se resolvió la semana pasada.
Lo que dicen los economistas
Mientras, en el mercado piden “señales” claras del Gobierno y cuestionan las últimas medidas como “parches aislados, poco efectivas”, según advirtió el economista Sergio Chouza.
También Camilo Tiscornia, Director de C&T Asesores Económicos, consideró que el Banco Central está muy limitado, está complicada la situación. Hay mucha especulación y mucho miedo” por lo que pidió “decisiones más fuertes”.
Para Tiscornia, “no teniendo dólares para intervneir, no pudiendo subir mucho la tasa de interés, hace falta otro poco de definiciones. Se ve que el problema de origen es el déficit fiscal y la emisión de pesos.
No se está atacando el exceso de pesos, por eso el foco está en lo que puede hacer Batakis. Si no hay anuncios creíbles es difícil que se pueda controlar esto”, alertó.
En la misma línea, el último informe de Ecolatina apuntó que “estamos en presencia de un escenario de mayor austeridad fiscal hacia adelante y que, “incluso si se reencauza el programa económico, el segundo semestre será de mayor inflación, menor actividad y con límites fiscales más rígidos que el primero, indicando que el equilibrio financiero/político/social continuará siendo inestable. Con poco tiempo para realizar correcciones que arrojen resultados positivos, pero con mucho tiempo como para reprimir costos, la actual crisis financiera está forzando al Gobierno a dejar de priorizar la maximización de beneficios para focalizarse en la minimización de costos. Y evitar una devaluación del dólar oficial figurará al tope de la lista de prioridades”.