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EXPRESIDENTE

Dirigentes de peso del PRO volvieron a los timbreos

Mauricio Macri volvió a recorrer la provincia de Buenos Aires. Luego de su incursión en Monte Chingolo con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, ayer a la mañana caminó durante casi dos horas la obra terminada del arroyo El Gato y el barrio Tolosa, en La Plata, acompañado por María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo y el intendente Julio Garro, en una clara señal hacia la interna del PRO.

El expresidente y su comitiva hicieron una visita sorpresa al barrio de la infancia de Cristina Kirchner y reanudaron la vieja modalidad macrista de los timbreos sin ninguna red de protección: la reacción de los vecinos fue muy buena, según comentaron testigos de la recorrida. 

No hubo insultos ni gestos de hostilidad por su presencia, sino gente sorprendida que les pidió selfies, abrazos y hasta algún ruego de que volvieran al gobierno. Los visitantes se conmovieron por el saludo de una señora que lloró al encontrarse con ellos y se quejó de que “los chicos se están yendo del país”. Casas, talleres mecánicos y negocios fueron los lugares en los cuales Macri pudo testear la reacción de vecinos de un barrio platense de clase media baja y el resultado lo entusiasmó.

El exmandatario lució unos zapatos marrones gastados que llamaron la atención de su compañeros de caminata: confesó que son los mismos que usaba hace 20 años cuando comenzaron los timbreos del PRO en la ciudad de Buenos Aires. “Juliana (Awada) me los quería tirar, pero me negué porque son muy cómodos”, dijo.

La presencia en el arroyo El Gato, en las afuera de La Plata, no fue casual: las obras iniciadas y terminadas durante las gestiones de Macri como presidente y Vidal como gobernadora beneficiaron a casi 500.000 personas y fueron decisivas para evitar nuevas inundaciones en la zona.