Octubre fue el cuarto mes consecutivo con lluvias por encima de lo normal según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
La media mensual del mes suele estar en la región núcleo entre 75 a 100 mm y terminó con 105 mm como media de las 36 estaciones de la red GEA/BCR. Con una particularidad, el 60% de las lluvias mensuales se acumularon en las lluvias del último fin de semana, sumando la actividad del viernes pasado.
El agua era requerida para afianzar el llenado del trigo, sobre todo en la franja este, dónde se esperaban entre 50 y 60 mm para transitar sin déficits la última etapa que definirá el peso del grano. La tormenta cumplió con creces, los acumulados estuvieron entre 30 y 160 mm y los valores máximos se registraron en el Partido de Pergamino.

Ante la entrada de una probable “Niña”, la realidad sigue marcada por una dinámica de lluvias sumamente activa que deja por cuarta vez otro mes que supera las medias. Y esto está pasando, no solo en la región núcleo, sino en el 90% de la región pampeana.
El trigo salió fortalecido con el frío y sostiene altos potenciales
Durante la semana pasada hubo días de altas temperaturas, luego fuertes tormentas y una circulación sur intensa y persistente que sembró el miedo a las heladas por el fuerte descenso térmico. Pero el trigo salió fortalecido con el frío y la región núcleo mantiene su potencial de rendimiento por encima de 40 qq/ha y la posibilidad intacta de ver en las cosechadoras rindes inéditos.
En Rojas, Pergamino y alrededores, los rindes se estiman entre 50 y 70 qq/ha, con un promedio de 55. En Corral de Bustos, pese a lluvias extremas de más de 130 mm, estiman un rinde entre 40 y 70 qq/ha, con lotes con potencial impensado para la zona: “están comparables al sudeste bonaerense”.
En Marcos Juárez hablan de un llenado de granos óptimo, favorecido por buenas amplitudes térmicas, temperaturas frescas y reservas de humedad suficientes. Estiman entre 45 y 50 qq/ha, con lotes que podrían alcanzar techos inéditos. En Carlos Pellegrini se esperan más de 40 qq/ha y en Bigand, entre 45 y 50.

La fertilización marcará la diferencia en el rendimiento final
Los técnicos de la región coinciden en que la nutrición será la variable que marcará la diferencia entre lotes: quienes aplicaron las dosis adecuadas verán consolidarse su potencial, mientras que “quienes quedaron cortos en la dosis probablemente verán limitado su rinde”, advierten.
En Maria Susana, en sectores con carencias nutricionales ya se ven trigos entregados, esperando la madurez comercial. En Rojas, los pisos de rindes se esperan en lotes con lavado de nitrógeno, fertilización deficiente o siembras tardías, que pueden rendir hasta un 30% menos respecto a los 70 qq/ha de los mejores lotes.
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