En las últimas semanas, funcionarios del Gobierno nacional comenzaron a exponer públicamente la existencia de un decreto que tiene como fin la reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Ante esta posibilidad que cada día toma más fuerza, los integrantes de la Mesa de Enlace mantuvieron un encuentro la semana pasada con secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta, en la que dejaron en claro su postura común ante las intenciones del Ejecutivo nacional: preservación de la autarquía administrativa y financiera, la continuidad del actual esquema de gobernanza con participación del sector agropecuario y la red territorial desplegada a través de los Centros Regionales, las estaciones experimentales y las agencias de extensión rural.
Las acciones para frenar el avance del Gobierno en el organismo continuaron esta semana en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, donde los referentes del agro expusieron sus temores ante la posible reestructuración. Allí defendieron nuevamente la autarquía, el modelo de cogobierno y su papel federal.
Y como si fuera poco, a esta polémica se sumaron las declaraciones realizadas por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien sostuvo: "El INTA tiene 6000 personas, es una planta muy importante en todo el país. Pero, por ejemplo, en el año 2003 la planta era de 3000. Entonces, si el INTA es realmente una organización que durante muchos años ha generado servicios para el campo, por lo menos vale hacerse la pregunta si en el 2003 tenían 3000 o 3500 personas por qué hoy necesitan más de 6000 personas y 3000 vehículos”
Abrazos simbólicos en las estaciones del país
Los trabajadores del organismo decidieron salir en defensa del INTA y de sus puestos de trabajo en estas semanas y llevaron a cabo distintas acciones de visibilización de la problemática.
Estos manifestaciones también se replicaron en la Estación Experimental de Pergamino, en donde se realizó un abrazo simbólico en el edificio central. "El INTA no escapa a la realizada del país. Hay un Gobierno que cree que en el camino al éxito la clave está en la reducción del Estado a la máxima expresión porque cree que es un estorbo. Hasta ahora no hubo despidos porque existe un consejo directivo que toma las decisiones y ha sido el paraguas de protección para que no toquen al INTA a fondo. Lo que queremos todos los trabajadores es mantener nuestros puestos de trabajo porque vivimos del salario y lo primero que nos preocupa es la fuente de trabajo, que es precisamente lo que está en riesgo", dijo uno de los trabajadores del INTA.
Por su parte, el director del INTA Pergamino, Horacio Acciaresi, tomó la palabra y expresó: "Este temor que existe hoy ante un posible decreto del Gobierno nacional está plasmado en una propuesta de gestión desde octubre del año pasado. Desde entonces hemos realizado esfuerzos muy grandes para tratar de poder sacarnos el láser de la frente. En Pergamino, durante el 2023 recuperamos 15 vacantes, conformadas por profesionales y no profesionales, y las colocamos en áreas críticas que faltaban por cubrir. A pesar de no contar con el texto oficial del decreto, intuímos por dónde puede llegar a ir y seguimos haciendo gestiones porque hay que redoblar los esfuerzos y no parar".
En este contexto, DiarioNucleo.com dialogó con dirigentes agropecuarios de Pergamino y Rojas quienes dieron su parecer ante la posible reestructuración del INTA.
Dos miradas de la situación
Alejandro Calderón, expresidente y actual integrante de la comisión directiva de la Sociedad Rural Pergamino (SRP) y exconsejero del INTA representando a Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), sostuvo que está a favor de la reestructuración del instituto pero matizó el alcance de la misma.
"Por el modo de reestructuración que plantea el Gobierno, pareciera como si quisiera manejar la estructura futura del INTA sin tener en cuenta un análisis profundo de qué modificaciones son realmente necesarias. Entonces hoy se habla de una reestructuración de un achique de las áreas o cosas y demás sin un planteo lógico y técnico. Sabemos también que dentro del internismo hay distintas posturas, hay gente que también quiere conservar el esquema tradicional de funcionamiento y que no quieren aceptar ningún cambio. Pero también están los que sí, los pretenden hacer un cambio justamente reestructurando pero de manera consensuada, o sea, con análisis y con propuestas de reorganización que contengan un análisis de cada área, de los beneficios, del impacto que está teniendo hoy ese trabajo en el organismo y debatir si se justifica o no seguir en esa dinámica en cada línea de investigación y de trabajo. Esa es un poco la postura que tenemos las entidades agropecuarias que creemos que esta sería la forma más razonable e incluso proponiendo la idea de auditar los funcionamientos de ser necesario", manifestó.
Calderón sintetizó su postura expresando que la reestructuración a la cual adhiere no pasa por "borrar todo porque sí" sino más bien analizar las cuestiones de fondo a la hora de realizar modificaciones. "Lo que no queremos es un corte de cabezas horizontal y que digan que el INTA funciona de esta forma porque es una entidad autárquica y queremos que continúe de esa manera", dijo.
En lo referido a los modelos de investigación actuales del instituto, Calderón subrayó el trabajo en conjunto con privados. "Esto es algo valioso porque el INTA aporta la objetividad del análisis y entonces las mismas empresas buscan ese trabajo coordinado con el organismo para poder ofrecer sus productos también con su aval. Entonces creemos que tiene una función importante, desde ya hay que hacer una análisis de la guía de trabajo para discernir qué vale y qué no vale, y qué sirve y qué no sirve en los momentos que vivimos".
Otras de las voces consultadas por DiarioNucleo.com fue la del expresidente y actual integrante de la comisión directiva de la Sociedad Rural Rojas (SRJ), Alberto Del Solar, quien comenzó describiendo su experiencia en el instituto.
"El 23 de abril pasado elevé mi renuncia al Consejo Regional Buenos Aires Norte del INTA, entre otros motivos, concluyendo que la existencia de los consejeros tanto del CLA como del CRBAN son útiles para cumplir con los requisitos burocráticos de una institución que se debate permanentemente en comisiones, y desde la presidencia del organismo o el director nacional no logran definir cuál es la función y el objetivo actual del instituto”.
Y agregó: "Toda institución público o privada es pasible de hacer una exhaustiva revisión de su desenvolvimiento y objetivos. La realidad agropecuaria no es la misma que hace 50 años, tampoco sus actores, especialmente referido a nuestra Pampa Húmeda".
En lo referido a la dinámica interna del INTA, Del Solar sostuvo: "Cuando la institución valora más el currículo de un técnico por la cantidad de publicaciones, muchas veces de investigaciones irrelevantes e impracticables y que a la postre es el único beneficiado, difícilmente se aporte al conjunto rural. La gobernanza del INTA es un sistema que se retroalimenta a sí mismo, si, se cumplen los procesos burocráticos que determinan la reunión de consejos y comisiones cuyos integrantes representan a las universidades, consejos profesionales, sociedades y asociaciones rurales como organizaciones civiles que con su mejor predicamento elaboran informes, a los cuales difícilmente sean tenidos en cuenta a la hora de tomar decisiones".
El dirigente rural rojense indicó que el Gobierno nacional solicitó hace más de un año al staff técnico adecuar presupuestos y objetivos pero no lo hicieron. "Se han perdido 18 meses en consensuar una propuesta inteligente y práctica que defina objetivos y proyectos en el INTA, el fanatismo nubla el pensamiento y es lamentable que suceda en una institución de otrora excelencia", concluyó.
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