En Pergamino, donde solo el 8,3% de la superficie está destinada a la ganadería, en sistemas puros o mixto, la actividad bovina de ciclo completo demuestra ser cada vez más rentable, incluso en tierras relegadas por la agricultura. Así lo confirma un informe reciente del Grupo de Economía del INTA local, que analiza desde hace años el desempeño de un modelo productivo representativo.
La ganadería monitoreada incluye cría y recría a campo sobre pastizales de baja productividad, suplementación forrajera y terminación en corral a grano. Según explicó el ingeniero agrónomo Francisco Fillat, el sistema evaluado cuenta con 100 vientres en servicio y un destete del 80%, bajo un enfoque de nivel tecnológico medio. “La ganadería queda sobre campos improductivos para granos y se usan pequeñas proporciones de suelo agrícola para la confección de reservas forrajeras”, detalló el especialista.
El contexto de precios actual favorece notablemente la actividad. Fillat destacó que “el precio del kg de novillo en el Mercado Agroganadero de Cañuelas se encuentra en su máximo de los últimos cinco años, con valores en torno a los 3,1 U$S/kg”. Este incremento impacta directamente en el margen bruto (MB) por vientre, que alcanza U$S 485, el más alto del último lustro y un 50% por encima del promedio de ese período.
En temporadas anteriores, el engorde a corral no generaba ganancias. Sin embargo, en 2025 aporta un 12% al margen bruto del ciclo completo, gracias a la relación más favorable entre el precio del novillo y el costo del maíz. Esta mejora representa un incentivo concreto frente a la producción agrícola, abriendo oportunidades para expandir o recuperar la actividad ganadera en el partido.
A pesar de este panorama alentador, el informe del INTA subraya que la falta de infraestructura y mano de obra calificada sigue siendo un obstáculo importante. En un contexto dominado por el arrendamiento y una fuerte agriculturización, la ganadería aún enfrenta desafíos estructurales para crecer con mayor solidez.
Compartir