Tras las lluvias de la semana pasada, disminuyeron los lotes de soja que estaban entre regulares y malas condiciones: pasaron de 50% a 30%. Los buenos y muy buenos subieron al 45 y 20%, respectivamente, y se mantienen los excelentes en un 5%, según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
En el corredor que une Firmat y Rojas se reportaban pérdidas de hojas en el tercio inferior y aborto de flores y chauchas, con rendimientos máximos de 25 a 30 qq/ha. Estas lluvias logran frenar el deterioro del cultivo y la caída del rinde. En Junín y sus alrededores estiman rindes máximos de entre 35 y 40 qq/ha, pero “si sigue lloviendo”.
En las zonas dónde no llegó el agua, como en el centro sur de Santa Fe, zona que venía algo mejor por haber recibido algunos milímetros más en las anteriores semanas, señalan que necesitan el auxilio inmediato de 40 mm. En Carlos Pellegrini y el Trébol dicen: “necesitamos lluvias sí o sí para evitar que las caídas del potencial se disparen”.
El estado de la soja de segunda
Este cultivo venía siendo el cultivo más castigado por la falta de agua en la región núcleo. Del millón de hectáreas sembradas, el 61% está en condiciones regulares a malas, el 27% está en buen estado y 12% entre muy bueno y excelente.
Afortunadamente, las lluvias de esta semana dejaron fuertes acumulados en el sur de la región, sobre todo en el norte bonaerense, la zona más afectada por la sequía. Antes de las precipitaciones, el panorama en el norte de Buenos Aires era crítico: en el NE, el 85% de los lotes estaban en condiciones de regulares a malas, mientras que en el NO, el 100% del cultivo estaba comprometido.
Sin embargo, tras las lluvias, los especialistas coinciden en que todavía hay margen para la recuperación, ya que el cultivo aún no entró en la etapa crítica. Aun así, el daño ya está hecho: “El porte de las plantas no supera la paja del trigo”, advierten. Desde el sur santafesino y la zona de Colón estiman que el 50% de los lotes no superará los 15 qq/ha y que incluso hay lotes perdidos por completo.
Pero no todos recibieron alivio. En el noroeste de la región núcleo, el agua no llegó. En el centro-sur santafesino, el 70% de la soja de segunda se mantiene en buen estado, pero un 30% ya muestra signos de deterioro. En el sector del sudeste cordobés, donde tampoco llegaron las precipitaciones, el panorama es similar.
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