Sin margen...

A los bajos precios internacionales se le suma al sector una fuerte sequía que puso entre las cuerdas a los cultivos de verano.

Los maíces tempranos presentan pérdidas de rendimiento ya confirmadas. Mientras que la soja de primera sigue en carrera pero necesita agua de manera urgente.

A la fecha, la soja de segunda es la más crítica. Es decir, si no se dan las lluvias que están pronosticadas, gran parte de los lotes de soja de segunda, se perderán. Ya se pueden observar pérdidas/muerte de plantas aisladas. Es por eso que las probables precipitaciones del fin de semana definirá su destino.

Ya hay lotes de soja de segunda en la región que se han dado de baja. Si se analizan los registros pluviométricos, de las últimas cinco campañas, se observa que las lluvias fueron cerca de 250 mm menores por cada año. Esto explica las escasísimas reservas de agua en el suelo que quedan en evidencia cuando no ocurren lluvias.

El maíz temprano define en este período el peso de granos, por lo que se espera una caída fuerte en el peso y por lo tanto una caída en los rendimientos en la última semana.

Soja de primera, con fenología variada, desde inicio de floración las más atrasadas hasta lotes que ya tienen la vaina completamente desarrollada (grupos más cortos y siembras tempranas). Es decir, parte de los lotes están ingresando al periodo crítico de definición de rendimiento.

Asociado a este contexto, como es de esperar, aparecen plagas relacionadas a la falta de agua. Se intensificó la presencia de arañuela y trips en soja. Muchos asesores y administraciones deciden parar las actividades hasta tanto no se aclare la situación en lo climático.

El sector parece no ser escuchado y lo climático, lo vuelve a acorralar. De no darse las lluvias pronosticadas el fin de semana, el impacto será fuerte. Y no solo para el productor.

Ing. Agr. (MSci) Martín A. Principiano. MP (CIAFBA): 1110, MN (CPIA): 18105