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El default de otra firma del agro sacude al campo y se teme un efecto dominó
AÑOS DE MALA COSECHA, VOLATILIDAD Y ALTA CARGA IMPOSITIVA, ENTRE LOS FACTORES

El default de otra firma del agro sacude al campo y se teme un efecto dominó

Una pyme cordobesa pide concurso preventivo al no poder hacer frente a un millonario pago y ya son 4 las empresas afectadas.

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La caída en default de reconocidas empresas agropecuarias que no pueden cumplir con el pago de sus deudas ha abierto una caja de Pandora que por estos días sacude al campo y hace temer por un efecto dominó de alcances desconocidos. Ahora le tocó a Campo de Avanzada, una pyme con sede en Córdoba y operaciones en Entre Ríos, que informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que no podrá abonar la última cuota de una Obligación Negociable por 7,5 millones de pesos más intereses.

No se trata de una situación aislada. El sector que aporta al país 7 de cada 10 dólares que ingresan por exportaciones lleva semanas de conmoción por una cadena de noticias que incluyen varios incumplimientos de pagarés en el mercado. Primero trascendió el caso de la firma Surcos, que provee insumos, con un default inicial de US$500.000; le siguió Los Grobo Agropecuaria, que no pudo cubrir US$100.000 y Agrofina, que no pudo hacer frente unos $400 millones.

Varios condimentos sazonan la crisis: se cayó más de un 30% el mercado de agroquímicos (sector al que pertenecen las firmas afectadas), lo que redujo las ventas de las compañías de insumos. Además, el año pasado se hicieron compras al exterior con precios caros y se terminaron vendiendo a menores valores para liquidar stock. Influye también el tipo de cambio oficial casi planchado, mientras suben los costos en dólares en un momento en el que las cotizaciones internacionales de los granos están en los valores más bajos de los últimos cuatro años. Y a eso se le suma que, pese a los reclamos, las retenciones no se han modificado a la baja como para llevar alivio al sector.

“Un dólar oficial casi planchado, una alta inflación en dólares en los costos operativos, precios internacionales de soja a la baja, retenciones y empresas endeudadas es una combinación muy difícil de sobrellevar”, advirtieron fuentes del mercado agropecuario de insumos, un sector que, alertaron, “viene de un año muy malo, no se recuperó y el mercado de pagarés bursátiles, que se asustó con lo de Surcos, ahora ve una vaca y llora. Esto puede tener un efecto dominó”.

Tras el cimbronazo que significó el default de Surcos, Los Grobo Agropecuaria y Agrofina, la alarma volvió a encenderse ayer con el impago anticipado por Campo de Avanzada.

Fueron varias las circunstancias que llevaron a la compañía cordobesa a este punto. Entre ellas, un arrastre de más de tres años de malas cosechas, generadas principalmente por la sequía y la chicharrita (un insecto que produce “achaparramiento o raquitismo del maíz”). Influyeron también la volatilidad de la macroeconomía argentina y la alta carga impositiva que hace que los productores locales perciban alrededor de 40 por ciento menos por sus granos que lo que, por ejemplo, podría recibir uno de Brasil.

De acuerdo con el comunicado que presentó la empresa a la CNV, en la campaña 21/22 el maíz sufrió una importante sequía -solo parcialmente compensada por la producción de soja-, mientras que, en la campaña 22/23 el fenómeno volvió a afectar la cosecha “en forma no conocida en los últimos setenta años”. Paradójicamente, en la campaña 23/24 los pronósticos de lluvias por encima de lo normal (“Niño”) impidieron sembrar en condiciones normales en diciembre del 2023, lo que motivó su reemplazo por el maíz.

Si bien la siembra fue óptima, antes de la cosecha del cultivo de maíz, apareció la conocida mencionada plaga chicharrita, “que no es otra cosa que bacterias y virus inoculados en el maíz. Ello condujo inexorablemente a la cesación de pagos que se avizoró en la última etapa de actividad”, advirtió la pyme cordobesa que preside Javier Alonso, quien solicitó la apertura del ‘pequeño’ concurso de la sociedad que representa.

Es que la empresa decidió no tramitar un concurso preventivo de acreedores, sino encuadrar el proceso bajo el régimen de “pequeño concurso”, dado que cuenta con menos de veinte trabajadores en relación de dependencia.

Según se detalló, el cese de pago de Obligaciones Negociables empezó el 10 de junio de 2024. En su momento, la pyme había captado 25 millones de pesos y su último vencimiento (una cuota de $ 6,25 millones más intereses), sería el próximo 21 de enero. Pero la firma -que tiene unos 205 cheques rechazados por $1154 millones y acumula una deuda total con el sistema financiero de $ 2267 millones- no pagará ese último monto, del que se hará cargo la Sociedad de Garantía Recíproca Garantizar.

Similar situación atraviesan el resto de las empresas afectadas. Según datos del Banco Central, entre el 2 y el 6 de enero, Los Grobo Agropecuaria registró cheques sin fondos por $1.376 millones. También Agrofina reportó tres cheques rebotados por $450 millones. En el caso de Surcos, el lunes informó nuevamente que se verá imposibilitada de pagar vencimientos por 69.025 dólares.

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