Según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), un 5% del trigo está en espigazón, un 15% en espiga embuchada y un 20% desplegando la hoja bandera. Además, el 55% está en encañazon y queda un resto que aún están en macollaje. De esta manera, comienza el periodo más crítico para el cultivo con una importante falta de agua y la posibilidad de chaparrones y tormentas que, en el mejor de los casos, podría dejar 5 mm en el día de hoy.
De las casi 1,3 M ha sembradas en la región núcleo, hay 130.000 ha malas y 290.000 ha regulares y hacen falta entre 80 a 140 mm para comenzar a revertir esta situación.
La semana pasada en la región se repetía: “si no llueve en estos días se empezará a resentir el potencial del rinde de trigo”. Hoy con un 10% de los cuadros malos, un 22% regular, y un 68% buenos a muy buenos, se espera una caída de los rindes. En el oeste ya esperan una caída del potencial en torno al 10%, en otras áreas del este se siguen aferrando a un rápido auxilio de las lluvias en los primeros días de octubre. Lamentablemente, en este contexto, la región núcleo se despide de alcanzar un horizonte productivo de 5 Mt en trigo.
En Marcos Juárez, hace 7 días atrás se calculaba alcanzar un rinde promedio de 40 qq/ha, hoy ya no: “hay macollos que no van a hacer espigas”, explican los técnicos. Allí, hay 20% de trigo malo y 40% regular. En Carlos Pellegrini y El Trébol estimaban entre 30 a 35 qq/ha, pero hoy explican que “se necesita humedad para avanzar con la formación de los granos. Sin agua, de ahora en más, el cultivo empezará perder potencial”. En Piedritas, “los trigos estaban para 50 qq/ha, pero no se va a dar”, dicen los técnicos.
En Bigand, los aumentos de temperatura y el viento marcaron al cultivo con áreas desuniformes y deterioradas. “Solo una lluvia en los próximos días podrá detener la caída del rinde”, dicen. En Bombal y en Colón, si bien aún no se perciben síntomas de falta de agua, “es necesaria una lluvia pronto para mantener el potencial de rinde de 45 qq/ha”.
- Mapa de la reserva de agua útil en la región núcleo
Cuál es el estado del maíz
La situación es bastante compleja, la siembra está completamente paralizada y lo implantado en la última tanda está naciendo desparejo. Todo por la falta de agua. Hasta el momento, se han sembrado casi 700.000 hectáreas, es decir, el 49 % del área intencionada. El avance semanal fue del 10%, pero muchas zonas no han vuelto a mover las sembradoras desde las lluvias de Santa Rosa.
Las áreas más comprometidas incluyen el sudeste cordobés, donde apenas se ha cubierto un 20% de la superficie, y el centro-sur de Santa Fe, con un 63% de avance pero con serias dificultades para continuar. Allí, aunque la ventana de siembra debería cerrarse en septiembre, algunos productores especulan con extenderla hasta mediados de octubre.
Hay una gran incertidumbre "especialmente en quienes han comprado la semilla y el fertilizante y no saben si van a poder cumplir con sus objetivos de siembra. Y más todavía en las explotaciones tamberas ", comentan técnicos de Carlos Pellegrini. En el noroeste bonaerense la siembra también se detuvo a la espera de lluvias, pero la situación es algo más holgada gracias a una ventana de siembra más amplia, ya que la campaña pasada el daño causado por la chicharrita fue insignificante. Donde la siembra siguió esta semana es en el extremo sur santafesino y noreste bonaerense, pero también se detenía en los últimos días.
Respecto a los lotes sembrados, la 1ra tanda, la que se hizo sobre buenos lotes y casi inmediatamente después de la tormenta de Santa Rosa han nacido bien. En la tanda siguiente, la germinación es despareja y se observan problemas de emergencia. "No me animo ni ir a verlo”, dice un ingeniero que produce en Aldao. “Lo sembrado puede tolerar 10 días en estas condiciones, pero lo perjudicaría mucho si se da tiempo frío con esta escasa humedad en el suelo, lo que podría provocar pérdidas de plantas”, advierten.
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