Según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, los datos de las actualizaciones más recientes por los organismos internacionales muestran un significativo corrimiento en el tiempo de los valores más bajos de enfriamiento en el Pacífico. Esto cambiaría el impacto de “La Niña” sobre la gruesa 2024/25: se plantea un mejor escenario para el maíz temprano y más riesgo para la soja de primera en Argentina.
La siembra maicera argentina está en la cuenta regresiva ya que faltan pocas semanas y sigue sin reactivarse la venta de insumos para implantar el cereal. Las encuestas manifiestan una caída que es disruptiva para el sector, ya que el cultivo ha crecido año a año durante los últimos 9 ciclos y la caída interanual sería de un 30% para la región núcleo y un 21% a nivel nacional.
Entre varios factores negativos, aparte de la chicharrita que impone la necesidad de sembrar en forma temprana, está el miedo a la falta de agua durante la implantación. Cabe recordar que para la región núcleo el promedio de lluvias durante septiembre está en torno de los 50 mm.
El año pasado, con un escenario de “Niño fuerte”, las lluvias cumplieron con las estadísticas en el centro de la región pero no en el resto. Y saliendo de 3 “Niñas” consecutivas que se experimentaron los años anteriores se marcó más que nunca la falta de agua en los perfiles a la siembra.
Lo que se observa es un temor más que justificado por parte del productor a la falta de agua en septiembre en un año dónde los márgenes no incentivan a tomar mayores riesgos y se le suma el problema del spiroplasma. El productor ha entendido muy claramente qué significa sumar a todo esto la posibilidad de una “Niña”. Pero cada “Niña” es distinta e impacta de diferente manera y la última actualización muestra un cambio de comportamiento favorable para el maíz, ya que hay un retraso significativo en la aparición del fenómeno.
¿Qué es lo que se observa en la última actualización de agosto para “La Niña”?
La actualización al 20 de agosto del 2024 para la evolución del Niño, La Niña y la Oscilación del Sur, ENOS muestra que las condiciones neutrales persisten en el Pacífico ecuatorial occidental. Pero lo que remarca el consultor de la BCR, Alfredo Elorriaga, es que los modelos predictivos ENOS/IRI prevén condiciones neutrales hasta el trimestre agosto/octubre de 2024.
“Las condiciones de La Niña se pronostican ahora para los trimestres octubre/diciembre y noviembre/enero. La neutralidad resurge como la categoría más probable durante el otoño e invierno de 2025”.
Los modelos predictivos dinámicos de la NOAA/NCEP/CPC y el IRI muestran un significativo corrimiento en el tiempo de los valores más bajos de enfriamiento en el Pacífico respecto de lo proyectado en mayo y julio 2024. “Hay un claro corrimiento de la curva actual respecto a la de hace 30 días. Se desplazó dos meses hacia adelante. Esto significa que las anomalías más bajas se producirían a partir del 2025. Es decir, surge la probabilidad de un menor grado de severidad del evento Niña durante septiembre, octubre y noviembre de 2024 y uno mayor a partir de enero 2025”. Esta comparación entre la proyección del enfriamiento previsto actualmente y las anteriores se muestra en el siguiente gráfico.
¿Qué significa esto para el productor?
En primer lugar, que las lluvias de septiembre tienen una alta probabilidad de acercarse a los valores normales y estarán supeditadas a efectos regionales.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta este cambio respecto a lo que es elección de cultivos y fechas de siembra, ya que resulta positivo en el efecto de las lluvias para el 2024 y negativo para 2025, con un agravamiento en el régimen de lluvias para los primeros dos meses del año entrante.
Esto favorecería las siembras tempranas de maíz pero pone en mayor riesgo a los cultivos de soja de primera que cumplen su período crítico entre enero y febrero.
Agosto se va con posibilidad de lluvias
Por lo pronto se espera que siga el buen tiempo, pero hay pronósticos de una nueva inestabilidad para el viernes 29 y sábado 30 de agosto. Las zonas que podrían recibir algunos milímetros son el este de Buenos Aires, el este del sur de Santa Fe, Entre Ríos y el litoral Argentino, zonas que actualmente tienen los mejores niveles de reserva hídrica en los suelos.
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