Diarionucleo.com entrevistó en exclusiva al titular de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (Arba), Cristian Girard, quien habló sobre un tema caliente en la Región como es el Impuesto Inmobiliario Rural y opinó sobre José Luis Espert, diputado nacional muy cercano al Gobierno de Javier Milei, quien llamó a no pagarlo.
Al respecto aseguró que “no existe un impuestazo” en el territorio bonaerense y recordó que con la administración de María Eugenia Vidal “los ruralistas pagaban más”. “La carga impositiva se incrementó por debajo de la inflación para la mayoría de los propietarios rurales. En realidad, tendríamos que estar hablando de que la gente no llega a fin de mes”, remarcó Girard.
-¿Por qué se habla que en la provincia de Buenos Aires hubo un “impuestazo”?
-Es un planteo que hace (José Luis) Espert primero y después (Javier) Milei apoya, donde lo que sugieren es una rebelión fiscal y que la gente no pague. Pero todo es sobre la base de una falsa apreciación, que es que en la provincia de Buenos Aires habría un impuestazo.
El problema que tenemos es la inflación de la economía, en febrero fue del 276,2% interanual. Tenemos una ley impositiva que se aprobó el 28 de diciembre, después de la devaluación de Milei, que preveía que la cuota iba a llegar en febrero con topes del 200% para más del 99% de las partidas rurales cuando la inflación fue de 276% al momento del vencimiento de la cuota y, tal vez, un poco más porque venció los primeros días de febrero.
No estoy diciendo que el impuesto es el mismo que el año anterior, todo está subiendo en la economía, pero claramente el incremento del impuesto está debajo de la inflación, con lo cual no se puede hablar de un impuestazo.
-Es decir que, por lo que explica, no hubo tal impuestazo…
-No podría hablar de un impuestazo si se está duplicando la carga tributaria. Además de eso, me parece sumamente irresponsable (por los dichos de Espert), porque solamente hay 2.138 campos que tienen una evaluación de base imponible de valor tierra superior a los 199 millones de pesos, que son campos de precio de mercado 3 millones de dólares para arriba.
-¿Cuál es la relación entre el precio de mercado y la base imponible?
-Está entre 15 y 22 veces el valor de mercado a la base imponible. Entonces esos campos que tienen más de 3 millones de dólares de evaluación de mercado no tuvieron el tope de 200% y les aplicó directamente la variación del ajuste de la base imponible y, como máximo, los aumentos llegan al 300%, 315% en algunos casos.
En estos campos estamos hablando del 0,3%, con lo cual hablar de confiscatoriedad no tiene mayor sentido, porque realmente la carga no es antieconómica, no atenta contra la propiedad privada, no es que no se pueda pagar y tiene razonabilidad.
-¿Qué consecuencias puede tener un productor que no pague el Impuesto Inmobiliario Rural?
-No pagar los impuestos implica costos para aquel que no lo hace y va a tener que enfrentar eventualmente un juicio y un embargo. Y para levantar el juicio va a tener que pagar los apoderados fiscales y va a tener un problema de calificación de riesgo. Si es u particular va a estar en el veraz.
En definitiva, son toda una serie de complicaciones que no colaboran a la vida económica de los productores rurales. Entonces, me parece sumamente irresponsable y falso, porque no hay ningún impuestazo en la Provincia de Buenos Aires y ni es antidemocrático, porque, además, no es una decisión del gobernador, sino que fue una ley que aprobó la legislatura el 28 de diciembre del año pasado.
-¿Y qué consecuencias tiene la Provincia si los productores deciden no pagar?
-Para la Provincia si no se paga un impuesto se genera una deuda y si eso ocurre hacemos las gestiones para ir a cobrarla. Si la cobranza por apremio no sube de efecto en un plazo razonable, mandamos a juicio la deuda y se encarga un apoderado fiscal de hacer las gestiones. A la larga el impuesto se tiene que pagar porque es una ley de la Provincia de Buenos Aires. En un contexto que es muy complicado en general que no se cobre no es una buena noticia.
-¿Qué acatamiento cree que puede llegar a tener el planteo de Milei y Espert?
-Lo que es importante marcar es que no hay una caída, un desplome del cumplimiento y la cobrabilidad en los impuestos en la Provincia de Buenos Aires. Ya venció la primera cuota del inmobiliario urbano en febrero y la primera cuota del rural ahora en marzo. Hoy (por el martes), vence la primera cuota de automotor.
No estamos viendo que haya un proceso de rebelión fiscal sobre el cual están proponiendo Espert y Milei, todo lo contrario, estamos en niveles normales y esperados. Obviamente que con la crisis económica que generó la política Nacional se ha resentido el nivel de cobrabilidad y de cumplimiento, pero no estamos ante un desplome, no hay un movimiento insurreccional, ni una rebelión fiscal.
Más bien lo que hay es un intento, una maniobra política de distraernos de lo que está pasando en la economía doméstica de la gente, entrando en lo que ellos mismos dicen que van a ser los dos peores meses que son marzo y abril.
Entonces tenemos que encontrar, si no hay pan, que haya circo. Me parece que es esto lo que está pasando, el Presidente y su alfil en la Cámara de Diputados pegándole al gobernador hablando de un impuestazo, de una rebelión fiscal, de un conflicto político, cuando en realidad de lo que tendríamos que estar hablando es que la gente no llega a fin de mes, que se está bajando de la prepaga, que no se puede comprar ropa, que no puede ahorrar, que están vendiendo dólares que tenían ahorrados.
-Una estrategia política/mediática para desviar la atención…
-El Presidente tendría que estar preocupado por cómo está el país en lugar de estarlo por impulsar una rebelión fiscal sobre la base de falsos supuestos. Hay una secuencia de acciones que van en la dirección de asfixiar y quebrar al gobierno de la provincia de Buenos Aires. Su programa de recesión va a afectar los ingresos de las provincias en general.
En la provincia la recaudación de ingresos brutos y sellos fundamentalmente depende de la actividad. El 85% viene de ahí. También los impuestos que se coparticipan dependen de la actividad. O sea que allí también vamos a tener menos recursos. Sobre eso, la provincia de Buenos Aires aporta más de lo que recibe al régimen de coparticipación. Es un ataque al pueblo de la provincia de Buenos Aires.
Milei pretende que el gobierno de la Provincia se desentienda de la realidad social y desmantele sus políticas de sostenimiento de los ingresos populares o de ampliación de derechos. Me parece que es eso lo que está en juego.
-El ministro de Desarrollo Agrario dijo que Milei discrimina a los bonaerenses…
-La provincia de Buenos Aires sufre el impacto de manera amplificada de estas políticas recesivas, porque depende de la actividad manufacturera destinada al mercado interno. Y además tiene los índices de pobreza más agudos del país, las condiciones de vida más complejas en el conurbano bonaerense y en el área metropolitana.
Entonces cuando hay un Estado que se retira, que licúa los ingresos y el poder adquisitivo de los salarios hace que haya menos ventas y menor producción. Todo eso repercute amplificadamente sobre la provincia y por eso en ese sentido tiene un sesgo antibonaerense este tipo de políticas.
-¿Es algo similar a lo que ocurrió en la gestión de Mauricio Macri?
-Sí, y así le fue a Vidal en la elección del 19. Si comparamos con 2019 el incremento por inflación del Rural, notamos que está 18% por debajo en términos reales, y para la mitad de menor valuación fiscal está un 83% por debajo. O sea, el campo está pagando menos de Inmobiliario Rural que cuando estaba Vidal. Y los que tienen los campos menos valiosos están pagando mucho menos.
Además, las condiciones de los productores han cambiado, el año pasado hubo una sequía y la Provincia acompañó con beneficios, pero este año todo indicaría que va a haber una cosecha mejor. Por lo tanto, si uno compara con 2019 la situación es realmente favorable.
-¿Considera que la sociedad le tiene mucha más paciencia a las políticas de ajuste del Gobierno Nacional que a las medidas provinciales?
-No sé si es así, me parece que esto es un tema de un sector minoritario, este malestar o este intento de movimiento político denunciando un impuestazo rural. Si le preguntáramos a los 300 mil propietarios rurales, la gran mayoría no se va a quejar de la política tributaria de Kicillof.
Sí creo que está muy amplificado por la llegada que tienen a los medios ciertos sectores que tienen poder de representación, pero no estoy seguro de que sea algo generalizado. Son los primeros 100 días del gobierno nacional y están en una especie de luna de miel, hay muchas esperanzas puestas en que las cosas funcionen y eso hace que tenga un margen mayor para que la gente manifieste su descontento. Pero estamos llegando al límite.
Ahora empieza a haber desocupación, además de caída de los salarios, entramos en la peor fase y habrá que ver cuánta paciencia tiene la gente para soportar este ajuste.
-¿Qué panorama se imagina a nivel nacional en el corto plazo?
-Si no hay un cambio en la política económica nacional que permita recomponer los ingresos, los salarios, las jubilaciones, difícilmente mejore la situación económica.
Si el gobierno no consigue muchos dólares para sostener esta idea cambiaria, forzando la liquidación del campo o necesitando que el campo liquide menos veo muy difícil que sea una salida rápida de esta crisis económica como está diciendo el gobierno nacional. Y sobre todo me parece urgente trabajar en la recomposición de los ingresos populares porque la gente realmente la está pasando muy mal.
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