La falta de lluvias está complicando una vez más el desarrollo de los cultivos de invierno en la provincia de Buenos Aires. Si bien el país está atravesando los efectos de El Niño, que se caracteriza por presencia de precipitaciones, lo cierto es que desde el mes de julio no se registraron lluvias importantes.
Según un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), "El 15 por ciento de los lotes de la región núcleo ya presentan signos de estrés hídrico: hay pérdidas de hojas basales y sectores con pérdidas de plantas".
Esta situación encendió todas las alarmas en el sector y los productores temen repetir una campaña como la 2022/2023 en la que la tónica fue la ausencia de lluvias. Diarionucleo.com dialogó con el ingeniero agrónomo Martín Principiano para conocer en qué estado se encuentran los cultivos y cuál es el ánimo de los productores.
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"Lamentablemente, otra vez la situación es compleja"
Principiano indicó que existe una preocupación generalizada entre los productores debido a que "ya comienzan a percibirse síntomas de deficiencia de agua y también de nitrógeno por la falta de incorporación de fertilizantes". Y agregó: "En los últimos dos pronósticos con probabilidades fuertes de precipitaciones no se produjo una lluvia generalizada en el Partido de Pergamino".
El ingeniero pergaminense recordó que la última lluvia permitió que se realizara un buena siembra de trigo pero que ahora se necesita más agua para obtener un buen desarrollo de la planta. "Los trigos están entrando en su etapa de encañazón, por lo que demandan mucha agua y nitrógeno ya que es en este momento en donde comienzan a definir su rendimiento . En estos momentos nos encontramos sin pronósticos de lluvia y con los perfiles descargados".
Con respecto a los milímetros que necesitan los suelos para crear condiciones favorables de cara a la cosecha, Principiano manifestó: "Se tendría que dar una lluvia generalizada de 50 milímetros y, como mínimo, se necesitan unos 30 mm ya que con esa cantidad, y en esta época del año, el trigo tendría que andar muy bien".
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La falta de agua en los perfiles de suelo suscita la incógnita entre los productores sobré qué cultivo sembrarán durante la primavera. "Ya muchos se están haciendo la pregunta acerca de si sembrar maíz temprano o nuevamente maíz tardío. Hay que recordar que el tardío es una estratégia que tienen los productores durante los años más secos. Los informes realizados por los simuladores climáticos marcan una fuerte presencia del fenómeno de El Niño pero la realidad es que eso no se está cumpliendo en nuestra zona. Lamentablemente, otra vez la situación es compleja", indicó.
Principiano manifestó que durante las últimas campañas lo que llama la atención son los extremos. "Recientemente se elaboró un informe en el que se puso en manifiesto que esta seguidilla de cuatro años secos se había dado solamente una vez en 100 años. También es notoria la cantidad de días acumulados que los cultivos de verano estuvieron expuestos a altas temperaturas durante las últimas campañas", sentenció.
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