El control químico con fungicidas ha demostrado aumentos significativos de los rendimientos y de la calidad de la producción. Definir el momento de aplicación de fungicidas no es una tarea sencilla y no debe realizarse bajo la guía de un solo criterio. Por el contrario, la complejidad con la que se enfrenta el asesor ingeniero agrónomo es muy diversa y debe ser analizada profundamente.
Es necesario analizar los atributos del patógeno (policíclico, razas, presión de inóculo); del hospedante (período crítico de generación de rendimiento, grado de susceptibilidad, rendimiento potencial); del fungicida (dosis, tipo de molécula), del ambiente (rocío, lluvias temperatura, mojado) y el análisis económico de daños e inversión.
El uso de fungicidas para controlar enfermedades foliares debe realizarse en el momento en que el cultivo, debido al control de enfermedad, pueda beneficiarse por el aumento del área fotosintéticamente activa. Un fungicida no aumenta el rendimiento por sí mismo, sino que permite expresar el potencial de rendimiento del genotipo, eliminando al patógeno. El periodo crítico en el cultivo de trigo para la
generación de rendimiento comprende desde aproximadamente 20 a 30 días antes del 50% de floración y los 10 días posteriores al 50% de floración.
Es justamente este periodo al cual el cultivo debe llegar con la mayor área foliar sana posible. Los niveles de daño económicos (NDE) fueron desarrollados para asistir en la toma de decisión de técnicos y productores. Son solo un marco de referencia que agiliza y fortalece la certidumbre de la aplicación. Sus datos fueron obtenidos de ensayos realizados en campo.
Desde el punto de vista práctico, el concepto de NDE, se expresa como el valor de enfermedad en el cual la pérdida ocasionada equivale al costo de aplicación de fungicidas. No obstante, para ejecutar la sugerencia de aplicación al productor es necesario calcular el umbral de acción (UA), es decir el valor de enfermedad en el cual deberían efectuarse las aplicaciones para evitar que se alcance el NDE.
Desafortunadamente, son pocas las enfermedades en las que se han desarrollado los NDE para orientar la aplicación de fungicidas. A su vez, con la aparición de nuevos cultivares y nuevas moléculas químicas resulta muy importante la actualización permanente de los NDE.
Actualmente existen en el mercado una gran variedad de fungicidas y marcas comerciales. El conocimiento del comportamiento de cada uno de ellos en la acción sobre las enfermedades permitirá definir la mejor estrategia a utilizar en cada situación.
Ingeniero agrónomo (MSci) Martín A. Principiano. MP (CIAFBA): 1110, MN (CPIA): 18105
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