La siembra de trigo podría caer hasta un 60% en la zona núcleo
Las lluvias siguen sin aparecer y la fecha de inicio de la campaña se acerca cada vez más. Muchos productores de la región están obligados a sembrar para no quebrar.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advierte que en el 80% de la región núcleo las reservas continúan bajo sequía y escasez hídrica.
La Guía Estratégica para el Agro repasa que la foto de las reservas en el suelo para esta misma fecha, del 2022 mostraba una situación muy distinta, ya que estaba verde: las reservas eran regulares a adecuadas en gran parte de la región. Lamentablemente, al 19/4/2023, el 80% de los suelos están entre sequía y escasez hídrica.
“A diez días de finalizar abril, las lluvias en la mayor parte de la región pampeana han alcanzado solo el 10 al 30% de los acumulados promedios históricos mensuales”, explica Elorriaga, consultor de la BCR.
Cae la siembra de trigo
Bajo este marco, alertan que la intención de siembra de trigo podría caer entre un 15% a un 60%. Los especialistas de la BCR comentan que la tendencia es a bajar trigo a pesar de que “marzo 2024 está muy lejos”.
“Faltan lluvias que recarguen los perfiles”, dicen desde Cañada de Gómez. Sin embargo, el quebranto económico del sector tras la sequía obliga a muchos a sembrar trigo aún sin disponer del agua mínima requerida en los suelos.
Desde Arroyo Dulce lo explican así: “hoy no están dadas las condiciones para sembrar, faltan muchos milímetros para tener condiciones de siembra. Pero las intenciones son de aumentar la superficie triguera. Esto es estrictamente por necesidad financiera; el que pueda elegir, optará por no sembrar”.
En General Pinto necesitan entre 150 a 200 mm de lluvia, “de lo contrario el área se reducirá un 60%”, advierten. En Marcos Juárez la baja sería de un 15% respecto al año pasado. Los técnicos recomiendan tomar las decisiones en base al nivel de agua útil de los suelos.
Desde el extremo-sur santafecino afirman que si no cuentan con un 80% de capacidad de campo no van a sembrar el cereal de invierno.
En GEA simularon qué pasaría si las lluvias cumpliesen a rajatabla con las estadísticas hasta fines de mayo: "El resultado muestra que sólo en los mejores casos la capacidad de campo (para una pradera permanente y para el primer metro) llegaría al 60%, como muestra la imagen".
Y ahora, ¿por qué no está lloviendo?
Después del cambio de escenario que se produjo con el arranque del otoño, las lluvias mantuvieron un comportamiento errático y dispar. “Las masas de aire frío y seco se impusieron con mayor frecuencia desde principios de mes. Esto va en contra de generar condiciones de humedad para proveer el agua que necesita la región”, explica Elorriaga. “El escenario podría ser más complejo si las lluvias de abril y eventualmente las de mayo se consolidan por debajo de la media, como ha sucedido en doce de los últimos treinta años”.
¿Qué dicen los pronósticos de corto y mediano plazo?
“Por el momento los pronósticos no muestran en el corto plazo sistemas precipitantes que puedan recomponer los valores estadísticos de los primeros veinte días de abril. Sin condicionantes negativos de gran escala y dependiendo de los mecanismos regionales, siempre es posible la presencia de algún evento disruptivo que compense las estadísticas antes de fin de mes. El cambio de tendencia está en marcha pero las soluciones pluviales están llegando más lento de lo esperado”, explica Elorriaga. (Fuente: agrofynews.com)