Última columna del año y ni hasta el más pesimista imaginaba una situación tal como la que atraviesa el sector productivo. Finaliza el año con una de las primaveras más secas de la historia. A la fecha faltan sembrar una gran cantidad de lotes y lo que está sembrado y nacido, empeora día a día.
En este contexto donde una gran cantidad de lotes se están sembrando por fuera de fechas óptimas y los rendimientos potenciales caen día a día, los márgenes esperados son negativos en todos los escenarios probables y sobretodo en campos alquilados, situación en la que se produce el 70% de la soja en la región.
En soja de primera, el rendimiento de indiferencia en campo propio ronda los 16 qq por hectárea mientras que en campo alquilado se deben sacar al menos 35 qq por hectárea para cubrir los costos (variable según costo de alquiler). Los milímetros que se pronostican para el comienzo del nuevo año son claves para frenar el deterioro del cultivo, pero ya no sirven para recuperar la potencialidad en la mayoría de los casos.
Los cálculos arrojan márgenes negativos para la condición de campo alquilado hasta en los escenarios más optimistas. Por el momento, resta sembrar en la región un 20% de soja de primera y 40% de soja de segunda. Muy probablemente haya lotes que quedarán sin sembrarse. Algo inédito en la región.
El impacto (que ya se está viviendo) será muy fuerte y tendrá una gran repercusión en la economía local y nacional. No solo es el productor quien se ve afectado. Detrás está toda la cadena desde empresas, profesionales, contratistas, pueblos y ciudades relacionadas a la actividad.
¡Que el 2023 sea un buen año para todos!
Ingeniero Agrónomo (MSci) Martín A. Principiano. MP (CIAFBA): 1110, MN (CPIA): 18105
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