noscript
Malezas resistentes: una problemática en permanente crecimiento
COLUMNA DEL AGRO

Malezas resistentes: una problemática en permanente crecimiento

El ingeniero agrónomo Martín A. Principiano detalla una serie de medidas para enfrentar la problemática en la región norte de la provincia de Buenos Aires.

Compartir

En los sistemas productivos actuales las malezas siguen siendo la principal adversidad biótica resultando un desafío para los profesionales de la agronomía. A pesar del importante desarrollo alcanzado en el uso de herbicidas, la erradicación de estas de los sistemas productivos no ha sido posible.

A nivel mundial, actualmente hay 513 casos de malezas resistentes a herbicidas, con 267 especies (154 dicotiledóneas y 113 monocotiledóneas). Las malezas han desarrollado resistencia a 165 herbicidas diferentes. Si se consideran los principales sitios de acción de herbicidas, la mayor cantidad de especies son resistentes a los herbicidas inhibidores de la acetolactato sintetasa (ALS) (metsulfurón, imazetapir, clorimurón, entre otros), seguidos por los inhibidores del fotosistema II (atrazina, metribuzín, entre otros), acetil CoA-carboxilasa (ACCasa) (cletodim, haloxyfop R metil, entre otros), inhibidores de la EPSPS (glifosato) y herbicidas auxínicos (2,4 D, dicamba, entre otros).

En Argentina el total de especies resistentes asciende a 24 detectándose resistencia en 4 sitios de acción, incluyendo 16 casos de resistencia múltiple. Actualmente, el manejo de malezas representa un costo importante dentro del costo de implantación y protección. Así, en la región norte de la provincia de Buenos Aires, el costo promedio solo en herbicidas para el manejo de malezas puede variar de 100 a 140 dólares por hectárea más la labor de pulverización, siendo mayor este costo en lotes más comprometidos por presencia de malezas resistentes o con especies de mayor dificultad de manejo.

Los herbicidas constituyen un insumo eficaz para el control de malezas y consecuentemente disminuir las pérdidas en producción. Sin embargo, más allá de sus ventajas, el uso reiterado de herbicidas con el mismo mecanismo de acción, aumenta la presión de selección llevando a consecuencias previsibles tal como la evolución de biotipos resistentes. Por lo tanto, para conservar la sustentabilidad de este método de control, es necesario conocer sus ventajas y riesgos y tender a la diversificación de los métodos de control.

10 prácticas agronómicas a considerar para el manejo de poblaciones resistentes

_ Conocer y entender la biología de malezas

_ Diversificar métodos de control con el fin de minimizar la producción de semillas y el tamaño del banco de semillas

_ Mantener un bajo nivel de infestación de malezas

_ No incorporar semillas de malezas con la semilla a sembrar

_ Monitorear permanentemente los lotes mediante protocolos estandarizados

_ Diversificar con herbicidas con distintos modos de acción

_ Aplicar los herbicidas en las dosis recomendadas y en el tamaño recomendado de la maleza

_ Utilizar métodos de control cultural que incrementen la habilidad competitiva frente a las malezas

_ Prevenir la dispersión de semillas y propágulos en pre-cosecha, cosecha y post-cosecha de los cultivos para prevenir el incremento del banco de semillas

_ Prevenir el ingreso de semillas de malezas desde el exterior de los lotes (bordes y alambrados)

Etiquetas
logo
Comentarios