Alexis Chávez llegó de los Juegos Paralímpicos de París con “la misión cumplida”. De su cuello cuelgan dos medallas (plata y bronce) que guardará en sus repisas y, además, sirvieron para que la delegación argentina sumara en el medallero Olímpico, fueron 13 en total: 2 de oro, 3 de plata y 8 de bronce.
Horas de vuelo, llegada a Ezeiza, de ahí a Pergamino, recibimiento con honores en el Palacio Municipal, todo un raid. Pero Alexis no hizo todo esto solo, siempre estuvo bien acompañado por su familia y escoltado por Soledad, su mamá.
La cita es en el Barrio Ameghino. Es la “hora de la siesta”, un perro sale a torearme y rompe el monótono silencio. Soledad va a mi encuentro y me abre la puerta de su casa, de su intimidad y la de su familia.
Alexis (impecable con su indumentaria deportiva de la delegación argentina) esperaba en la sala del comedor y nos fundimos en un abrazo cariñoso. Traía en sus manos las dos medallas que consiguió en París (no las suelta). Sobre la mesa están desplegadas – como una colección - todas las preseas que consiguió a lo largo de esta fructífera vida deportiva.
Y la entrevista, que es más una charla compartida con madre e hijo, será así, un ping-pong, un ida y vuelta descontracturado. Alexis cuenta que lo primero que pidió fue comer un asado (nunca falta, dicen a coro, cuando vuelve de un viaje); y ante la consulta sobre si le gusta otro deporte, el joven de 22 años sostiene: “Sí, me gusta el vóley, pero el atletismo es el que más que me gusta, me hace feliz”.
Alexis disfruta estos días de descanso, recién el 1 de octubre comenzará con los entrenamientos nuevamente. Pero su rutina diaria comienza bien temprano (6 de la mañana): entre desayuno, ir al Parque Municipal a realizar los trabajos de entrenamiento, alimentarse de forma correcta; fisióloga, kinesióloga, psicóloga y psicopedagoga, gimnasia y escuela. “Yo lo llevo a todos lados”, dice su mamá orgullosa.
Soledad, ¿cómo viviste todos estos días “turbulentos”, pero en el buen sentido?
S: “Yo recontra emocionada, orgullosa de él, aparte fue el primer Paralímpico que lo puedo ir a ver, así que imagínate lo que fue para mí estar ahí, apoyarlo, tanto a él como a todos los compañeros, casi me tiro de cabeza a la pista (risas)”.
Alexis, ¿De todas las medallas que ganas, cuál o cuáles son las más significativas para vos?
AC: “Cada una tiene un significado distinto. Esta es muy importante (señala las medallas que ganó en París) porque mi mamá fue hasta allá a verme. Y también estas de Beijing porque fue mi abuelo, mi abuela, mi mamá, mi papá, mi hermano. Pero la de París es la más linda que tengo”.
Entre todas las “bienvenidas” que te dieron, hubo una muy especial, sorpresa, en tu colegio…
AC: “No me esperaba eso, y me asusté un poco (risas). Me gusta porque puedo conocer más gente, puedo hacer más amigos. Me gustan todas las personas que me apoyan”.
Soledad. ¿Cómo se inició ´Ale´ en el atletismo?
S: “Él de chiquito era inquieto. Andaba para un lado, andaba para el otro, no se quedaba quieto. Entonces dijimos que tenía que algún deporte, aparte pensamos que eso iba a ser un avance para él, para que esté enfocado, para que vaya de a poquito superándose. Él iba a la escuela 503, ahí estaba Andrés Buey, que es el profesor que tiene hoy en día, lo invitó a una cena, lo conoció ahí, lo invitó a la Escuela de Deporte Adaptado y comenzó a entrenar”.
Ale, te llevo a París. ¿Cómo viviste las carreras, las pudiste disfrutar?...En la última hiciste una remontada tremenda.
AC: “Me concentro mucho y no sé qué pasa a mi alrededor. Después cuando vi en la pantalla cómo quedaron las posiciones me puse muy feliz”.
¿Cómo viene tu agenda deportiva?
AC: “El 1° de octubre comienzo a entrenar, nuevamente. Después viene la India, el año que viene; el Mundial que es en Los Ángeles (Estados Unidos), en Perú los Panamericanos y los Paralímpicos”.
Para Pergamino es un orgullo tener a uno de los deportistas de elite. ¿Qué significa para vos ser parte de la delegación argentina?
AC: “Para mi es normal. A mí me gusta hacer amigos. Tengo muchos amigos ahí en la selección, la paso muy bien”.
Muchos de tus compañeros, seguramente, quieren seguir tu camino
AC: “Sí. Hago esto para que otros chicos hagan lo mismo que yo. Lo primero que tienen que hacer es ir a la Escuela de Deporte Adaptado para moverse un poco, ir a entrenar y después poder competir”.
S: “La verdad que a mí me pone muy contenta porque los compañeros que están en el Parque lo siguen muco a él, lo tienen de ejemplo. En las cosas que se puedan ayudar entre ellos se ayudan. Siempre van inspirando a otros chicos que, por ahí, están encerrados en una burbujita. Yo les digo que se acerquen a hacer este deporte que es tan lindo. Él se fue superando día a día. A mi al principio me costó muchísimo ir largándolo, fue de a poco, para los padres no es tan fácil, pero entendí que hay que dejarlos que hagan, ellos se superan; Ale se fue integrando con muchas más personas”.
¿Hasta cuándo vas a seguir corriendo ´Ale´?
AC: “Hasta que no de más”.
La última, para cada uno. ¿Qué sueñan?
S: “Sueño muchas cosas. Pero con él sueño lo mejor. Sueño lo mejor para la familia, para sus amigos, para toda la gente que está en esto".
AC: “Yo sueño que mi mamá, mi papá, mi hermana me apoyen siempre, Y con el atletismo sueño bajar mi marca, ser el primero en el mundo, hacer muchos amigos en varios países y ganar la medalla de oro en los próximos Juegos Paralímpicos”.
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