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Los precursores del Bádminton en Pergamino

Dos amigos, tras la pandemia, decidieron incursionar en esta curiosa actividad. Hoy entrenan junto a varios jóvenes y sueñan con captar adeptos. La historia del deporte olímpico que también se juega en Pergamino.

El Badminton es un deporte exportado de la India, en sus orígenes se lo denominaba Poona, adoptó el nombre del poblado donde se lo jugaba. Por aquel entonces, los oficiales ingleses observaron con curiosidad este juego y decidieron llevarlo hacia Gran Bretaña, donde lo reglamentaron, y así lo expandieron al mundo. 

El deporte comenzó comenzó a jugarse en nuestro país en residencias privadas (inglesas) o clubes en pequeños círculos, en los inicios del Siglo XX. Allá por la década de los ´70 la Asociación Cristiana de Jóvenes intentó promocionar la actividad, pero no tuvo auge. 

Podría decirse que el Badminton es una suerte de mezcla entre el tenis y el vóley. Aquí en Argentina tomó muchísima repercusión en los recientes Juegos Olímpicos de la Juventud que se disputaron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Mauro Churín y Diego Goycochea son dos pergaminenses que, de a poco, intentan imponer el juego, en la ciudad y la región, a base de sacrificio y tenacidad.  

 “Con Diego empezamos con este deporte hace un año. Yo ya lo tenía visto, practicaba pádel desde chico, y Diego tenis. Estábamos en inactividad por el tema de la pandemia, vimos las Olimpíadas juveniles, y ahí empezamos a ver si en Pergamino se practicaba, y no encontramos a nadie, ni acá, ni en Rosario, en ningún lado cercano”, indicó en el inicio de la charla con Diario Núcleo Mauro Churín. “Así que empezamos a practicarlo nosotros dos solos, conseguimos el Club Social, que reunía las condiciones por tener un gimnasio grande, con altura, que es lo que se necesita para jugar. A partir de ahí comenzamos a ir a torneos a Buenos Aires, a Rojas, nos invitaron, también a un encuentro nacional. Ahora nos facilitaron el Parque Municipal para ir a entrenar. Nosotros no podíamos invitar a mucha gente porque no hay espacio, pero al mudarnos al Parque vamos a poder armar tres canchas, habrá más espacio y ojalá la gente se pueda sumar”. 

Este deporte se divide en tres sets, donde los puntos se cuentan de a uno y hay que llegar a 21 para llevarse el set, similar al vóley. Se puede jugar single, dobles y mixtos. 

“Acá en Pergamino somos nosotros dos como adultos, luego son todos chicos entre 13 y 17 años. Las categorías son sub 9, sub 11, sub 13, sub 15, sub 17 y sub 19. Después de la sub 19 viene la abierta, que es donde estamos jugando ahora. Después vienen las más 30, más 40, más 50, más 60 en algunos torneos. En septiembre jugamos y llegamos a semifinales, los que nos ganaron es gente que juega desde los 10, 12 años”, sostiene Churín. 

“Este deporte no tiene muchas particularidades. Hay que comprar raquetas de bádminton livianas, se puede jugar en cualquier gimnasio que tenga una determinada altura porque la pluma, que es con la que se juega, generalmente le podés dar bastante altura. Lo puede jugar cualquiera; los chicos enseguida se enganchan porque es un deporte que tiene cierta facilidad. Al principio, nosotros como no sabíamos corríamos la cancha de acá para allá. Después empezamos a mirar partidos, a observar a los que saben, se paran diferente, se saben ubicar en la cancha, y entendimos el juego. Como en cualquier deporte tenés que estar medianamente entrenado, físicamente en condiciones. Tiene mucho trabajo de piernas porque al ser una pluma la que hay que golpear, y es liviana, se puede jugar corto y te exige mucha flexión”, expresó por su parte Goycochea. “La verdad, cuando fuimos al primer torneo a Buenos Aires nos mataron, pero seguimos practicando, evolucionando y empezamos a mejorar. Este año jugamos un torneo en categoría adultos y salimos campeones. Con el paso del tiempo nos hicimos competitivos, estamos en un buen nivel, aunque para jugar dentro de la categoría Libres todavía nos falta. Nos entusiasma seguir mejorando, jugar con chicos jóvenes, que nos pegan una paliza bárbara, pero nos hacen crecer”. 

“Gracias a este deporte nos hemos hecho muchas amistades. La gente está en la misma que nosotros, como hay pocos torneos quieren participar, entonces donde hay un evento la gente se acerca”, expresó Churín. “Es un deporte muy familiar, muy integrador, lo puede jugar un montón de gente”, finalizó, por su parte, Goycochea.