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El ciclista rojense Lito Ruiz corrió la competencia más austral del mundo
HACIENDO HISTORIA EN CHILE

El ciclista rojense Lito Ruiz corrió la competencia más austral del mundo

Se quedó con el primer lugar de su categoría y el sexto puesto de la general. Conocé más sobre la Karukinka, la competencia en bicicleta más al sur del planeta. "Será por siempre una carrera en mi calendario", le dijo a diarionucleo.com

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La Karukinka Gravel Race es la carrera de ciclismo más austral del planeta que lleva a los participantes a descubrir en Chile uno de los caminos menos explorado por el ser humano en un entorno natural virgen y puro como es el extremo sur de la Isla Tierra del Fuego.

El ciclista rojense Lito Ruiz (51), quien nos tiene acostumbrados a sus hazañas, fue parte de la primera versión de la competencia, en la que logró quedarse con la pole de su categoría y terminar sexto en la general en la competencia que se desarrolló entre el 6 y 9 de diciembre recorriendo un total cercano a los 400 kilómetros entremedio de pampa, bosques autóctonos, lagos, ríos y de los dos pasos montañosos más australes que existen.

El objetivo fue “llegar a donde muy pocos han llegado”, en un territorio que se abre al mundo y deja mostrar su belleza oculta y que solo ha estado allí para unos pocos, pero que gracias al esfuerzo de gente pionera será en un futuro, uno de los polos turísticos más emblemáticos del confín del mundo.

La Karukinka (Nuestra Tierra), es una carrera de gravel racing por etapas, donde cada competidor debe completar un total de 4 etapas, cerca de 400 km con más de 5 mil metros acumulados. La fecha elegida es diciembre porque es la mejor temporada climática de la zona. Además, la luz natural de esta época es un plus tanto para la competencia como para las actividades postcarrera.

“Será por siempre una carrera en mi calendario, ojalá pueda transmitir todo esto a amigos para que puedan venir a vivirla”. 

La carrera contó con categorías Open Damas y Varones Gravel (todo competidor y menores de 34 años), Master Damas y Varones Gravel (35 a 49 años) y GrandMaster Damas y Varones (50 en adelante). Además existió la categoría Duplas Mixtas Gravel y las categorías MTB Damas y Varones General. “Las carreras de gravel siempre las corro con la mountain bike, porque no tengo gravel y porque no hay tanta diferencia, no beneficiaba mucho porque los terrenos eran muy rodadores. En el primer día, pude hacer una diferencia de 15 minutos y después fui regulando el nivel, y empezando a estar siempre lo más adelante posible en la general”, contó Ruiz.

Dónde se desarrolla la carrera

La carrera se desarrolla principalmente en la Ruta Vicuña-Yendegaia, un camino forjado por el Cuerpo Militar del Trabajo (CMT), que durante años ha estado a cargo de la construcción de la ruta terrestre que unirá al Estrecho de Magallanes con el Canal Beagle por territorio nacional de Chile. “Corríamos al lado de los lagos cristalinos, unas vistas increíbles en el centro de los bosques, con las castoreras ahí al lado, la verdad, me sorprendió muchísimo la carrera, fue algo maravilloso, me vine con los ojos llenos de paisaje”, reveló el ciclista.

Los competidores recorren la comuna de Timaukel, ubicada en el extremo sur de la provincia de Tierra del Fuego, de norte a sur, desde las llanuras de las pampas por la Sierra Carmen Silva; la llanura del río Grande, paisaje que alterna la pampa magallánica con los primeros bosques, donde habita una importante población de guanacos; la zona lacustre, donde destacan el Lago Lynch, Lago Escondido, Lago Blanco y Lago Fagnano (Kami).

Este es el génesis del Karukinka Gravel Race en medio de territorios rudos que forjaron el temple del Selknam, estepas llanas, terrenos altos, túneles de bosques añosos para recorrer en bicicleta por verdaderos gladiadores del pedal, deportistas que no se achicaron ante tal desafío planteado por la Organización en estrecha colaboración de la I. Municipalidad de Timaukel, comuna de isla Tierra del Fuego, donde se presentaron estas 4 etapas, sumando un recorrido total de 450 kilómetros. Unimos Villa Cameron, Pampa Guanaco, Lago Blanco, Caleta María y con el privilegio de adentrarnos en el nuevo camino que unirá el Parque Nacional Yendegaia, trabajo realizado por el Cuerpo Militar del Trabajo (CMT).

Los participantes de nueve nacionalidades distintas se dieron cita en el punto de partida. Lo que pensaron que pudiera ser una aventura personal contra posibles inclemencias de tiempo, la incomodidad del piso o simplemente un paseo por los parajes fabulosos que ofrece el lugar, no demoro en transformarse en una lucha sobre el pedal, no hubo tregua porque nadie la pidió. La punta tenía distintas banderas, España, Francia, Perú Estados Unidos, Argentina, Costa Rica, Nueva Zelanda, Venezuela, Chile y los magallánicos presentes. Finalmente, el clasificador general ajusta al español Oscar Pujol en varones y a la chilena Aminta Reyes en damas, en duelos muy ajustados con sus perseguidores. Después de cada una de estas duras etapas, la jornada se cerraba con una inigualable camaradería, rostros agotados, pero llenos de alegría por la misión cumplida. 

Lito contó que "cuando un ciclista elige participar en una carrera es porque lo atrae el recorrido", aun sin conocerlo y porque confía en los organizadores, en este caso de la Karukinka. "Superó ampliamente mis expectativas, recorridos increíbles con puertos, subidas tremendas; nada que envidiar a los de Europa. Y los organizadores, si bien ya los conocía, pero no así en cuestión de convivencia continua por 5 días, fue increíble, el trato y predisposición de todos para atendernos de primera, haciéndonos sentir profesionales”, valoró.

“La carrera era full service, te daban de comer, un lugar para dormir, el desayuno, así que dormíamos todos juntos en el albergue. A la mañana largábamos como a las 10, todos juntos, y ahí tratar de hacer el mejor papel posible. Luego legábamos, después de tres, cuatro horas y media más o menos que duraba cada etapa”, detalló el rojense.

El experimentado ciclista admitió que “en cada competencia hay sorpresas”. A pesar de estar acostumbrado a verlos, no dejaron de deslumbrarlo los guanacos en el camino. Pero algo lo sorprendió aún más: “Cuando iba en carrera, en la primera etapa, veo que se empiezan a cruzar vacas, ahí tuve que aflojar porque se iban cruzando en el camino. Y a mí derecha logro ver que iban dos gauchos, bien gauchos patagónicos, con todos los ponchos y demás, y los perros a un lado. La verdad que me emocionó mucho, porque eran los gauchos de ahí, nosotros corriendo así, y ellos haciendo el arreo de las vacas. Fue algo muy grato".

Otro momento que destacó el competidor de ciclismo fue llegar al final del camino. “Llegar al fondo del camino, donde hay un cartel ahí que lo señala fue como si fuera la Bahía Lapataia, allá en kilómetro cero de nuestro lado argentino. Bueno, eso es lo mismo, vos llegas a esta ruta y cae adentro del mar, termina ahí en la nada misma. 

Ruiz recordó que el tercer día de competencia fueron hasta un Campamento Militar de Trabajo, que son los que se encargan en esas zonas de hacer los caminos. “Llegamos hasta ese punto y de ahí en más fue un camino nuevo. Es muy posible que allí se habrá un paso fronterizo. Ya se hicieron 13 de los 30 kilómetros que divide el lado argentino y chileno. Más o menos en 5 o 6 años más se van a terminar uniendo”, dijo Lito.

Un poco de historia

Los organizadores contaron que desde decenas de años la historia de la “tierra de los fuegos” ha estado en la memoria de los que los precedieron y muy de a poco pasa a ellos, pero mientras no la viven no pueden internalizarla y entenderla a cabalidad. “Hacer algo épico siempre estuvo en los deseos de MTB Patagonia, un evento que marque la memoria y la historia de cada uno de los deportistas y que mejor aporte podemos hacer que dar a conocer la tierra ancestral, el legado de los primeros”, detallaron.

En cada lugar los competidores se fueron empapando de la novela que se teje con la historia del esfuerzo de los pobladores y trabajadores que dan vida a la comuna y asentamientos, desde don Julio Contreras, regalando sus conocimientos de la historia de Caleta María y sus primeros pobladores, agregando vivencias recibidas desde la memoria de los descendientes Selknam. 

Escucharon al Mayor Julio Aliste a cargo del desarrollo del proyecto de unión hasta la parte más al sur del mundo, Yendegaia, por el CMT, una maravillosa obra vial que dará frutos acercando la isla completa al continente dentro de unos años. José Barría, administrador municipal, con una charla muy amena respecto de los deseos comunales, expectativas, desafíos en el despegue turístico de todo el sector.

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