Eliana Moyano es la única rojense, por el momento, que se dedica al físico-culturismo. Comenzó a desarrolar esta disciplina luego de tener a su segundo hijo. Hizo un "click" en su vida y de ahí no paró de entrenar. Hoy divide su tiempo entre familia, trabajo y entrenamiento, que no posterga por nada.
Eliana, ¿cómo empezaste a desarrollar esta disciplina?
EM: “Yo me dedico a una categoría de físico-culturismo que se denomina fitness, en realidad es mi categoría es bikini-fitness. Tengo un gimnasio en Rojas desde hace muchos años. Siempre entrenaba, y un día luego de tener mi segundo hijo, dije: me quiero dedicar a cambiar mi cuerpo, pero cambiarlo por completo, lo quiero llevar al extremo. Ahí empecé a investigar, a ver fotos de torneos, hasta que vie que en una categoría yo podría encajar. Me gustó la categoría del fitness, la categoría bikini, y ahí comencé. Me lo propuse en el año 2017…2018, empecé a trabajar fuerte. Como te decía, si bien yo siempre entrenaba no tenía, por ahí, la constancia, la dedicación y la perseverancia que fui adquiriendo con los años. Empecé a buscar información, a ver cómo podía acercarme a la disciplina; lo primero que hice fue contratar un Coach a distancia, un preparador físico que se dedique a preparar gente para competir. Me acuerdo que le dije: yo a esto lo voy a hacer, lo voy a lograr porque tengo ganas. Tuve que cambiar cien por ciento mi vida, mi alimentación, por sobre todas las cosas. Y así arranqué”.
¿Cómo es tu entrenamiento? ¿Cuánto tiempo le dedicas?
EM: “Esta disciplina requiere…te diría que el ochenta por ciento cabeza y el veinte es el trabajo físico. Tenés que estar bien concientizado de lo que querés hacer, porque es como me dijo mi preparador cuando apenas arrancamos: ´todos quieren pero muy pocos llegan, porque hay muy poca gente que se aguanta´. Primero hay que tener mucha paciencia para construir un físico, porque no se construye de un día para otro, esto se construye con el tiempo y con determinación y perseverancia. Yo me grabé esa frase a fuego: que tu punto fuerte sea siempre la perseverancia. Así empecé a trabajar, mucha constancia, trabajo mental, nosotros seguimos una dieta que es muy restrictiva, es restringida solamente a los alimentos que nosotros tenemos que comer por su función; No comemos para disfrutar, sino en esa etapa es solamente los alimentos que comen por la función que cumplen en nuestro cuerpo, y en el día a día, según lo que nos toque entrenar. Esto es 24-7, no es solamente las tres horitas que yo entreno en un gimnasia por hacer una actividad. Vos tenés que adaptar tu cabeza a los horarios y a todo lo que tenés que hacer, a todas las comidas que vos tenés que cumplir, tengas o no tengas hambre, tenés que comer solamente lo que está pautado en tu plan de alimentación".
O sea, ¿no te salís de ese plan alimenticio en ningún momento?
EM: “No, no, hay momentos, los momentos de pre-competencia se come la comida que es buena por su función. Luego sí por ahí tenés un permitido, pero siempre tiene que ser todo controlado porque no podes irte mucho del peso. Por ejemplo, en este momento yo tengo pautado un torneo para diciembre, el ´Torneo Argentino´; competí hace una semana en Córdoba, el día que bajé del torneo pude comer para disfrutar. Pero ya desde el lunes arranqué a full, a la mañana me levanto, seis menos cuarto, tengo que hacer 30 minutos de cardio, de ayunas en mi casa, después voy a trabajar, y a la tarde entreno, son dos horitas de musculación y después tengo un cardio más de 30 minutos. Así a rajatabla, son seis comidas diarias cada tres horas aproximadamente, con los macronutrientes que necesito para gastarlos, básicamente, en lo que hago, en el gimnasio. Tengo un equipo atrás, tengo mi coach que me asesora en todo, él me da todo mi plan de nutrición y el entrenamiento en base a lo que requieren los parámetros de la categoría, hacia dónde vamos apuntando. Tengo mi entrenamiento pautado en base a lo que piden en mi categoría”.
¿Cómo tomó tu familia este vuelco tuyo para esta disciplina? ¿Cómo es el acompañamiento en tu entorno?
EM: “Me apoyan al cien por ciento, ellos me acompañan a los torneos. Trato que esto no influya nuestra vida diaria, es decir, nosotros nos vamos de vacaciones y, por ejemplo, mi auto va súper cargado de mis alimentos, llevo de todo, mi balanza, lo que utilizo día a día. Si vamos a cenar afuera yo llevo mi tupper, ellos disfrutan su comida. Mi familia, mi entorno, mis amistades, todos ya saben que yo me dedico a esto y que está dentro de mis prioridades. Tengo un cumpleaños, primero tengo que hacer todo el entrenamiento, después veo si puedo ir a ese cumpleaños. Yo no perjudico a nadie. Pero mi familia me apoya. Yo adapté toda mi vida en función a ellos para que esto no los perjudique, y que yo pueda seguir disfrutándolo. Para mí esto no es ningún sacrificio, yo lo hago porque quiero, lo hago porque lo disfruto, y lo hago porque tengo la salud y puedo hacerlo”.
¿Cómo fue tu primer torneo, te acordás?
EM: “Mira, en el primer torneo fue aprendizaje, fuimos a competir con barbijo porque estaba terminando la pandemia. En el escenario ellos te evalúan todo, hasta tu sonrisa, tu pelo, la estética, es en general, no es solamente que te evalúan el físico; te evalúan tu performance arriba del escenario. Vos podes tener el mejor físico y no saber mostrarlo. Uno prepara un cuerpo que no lo podes sostener en el tiempo, es para la competencia, te bajás del escenario y ese cuerpo ya está, va desapareciendo con los días. El cuerpo se prepara para cada torneo. Ese primer torneo fue toda una experiencia, era más que nada como una superación personal. Yo dije: voy a llegar hasta acá, me lo propongo y lo voy a lograr, y lo logré. Si vos ves una foto hoy de mi primer torneo a el último que fue este fin de semana atrás, es una persona completamente distinta. Fui a ese torneo como una superación y después no paré más”.
Recién me decías que participaste hace poco en un torneo en Córdoba, ¿qué se viene en tu calendario deportivo? ¿Cuál es tu próximo desafío?
EM: “En los próximos meses voy a participar del Campeonato Argentino, es mi torneo más importante porque nunca competí ahí. Me gustaría ganar, al menos, en alguna categoría en el Argentino, o hacer podio. He participado en regionales. A mi me gusta hacer todo un camino, como corresponde, ir paso a paso”.
¿Te gustaría dar el salto y competir a nivel profesional?
EM: “Eso implica otro compromiso y otra preparación, competir afuera, también. La verdad que no sé si tendría el tiempo…mi tiempo es muy acotado porque yo soy madre, tengo la Dirección de Rentas en el Municipio de Rojas desde hace 20; mi trabajo es muy importante para mí, es como mi casa, yo, básicamente, me crié acá. yo voy paso a paso, no me apuro y trato de hacerlo bien, porque si me obsesiono y genero ansiedad con respecto a esto creo que ya lo dejaría de disfrutar. Ya he llegado hasta acá, para mí es un logro personal muy importante y superé mis expectativas”.
¿Cómo ves el nivel de la disciplina en la Argentina?
EM: “El nivel de Argentina es muy bueno, está cada vez mejor, tanto en lo que es el culturismo masculino como en el femenino. Están ganando muchísimo carnet profesional y hay gente que está compitiendo a nivel profesional. Siempre digo que no es un deporte tan valorado, no sé por qué; si realmente supieran el esfuerzo que se hace para poder competir, es inimaginable. Porque nosotros nos bancamos un montón de cosas. Este es un deporte que tenés que tener la cabeza muy fría, porque vos tenés que hacerlo solo, no tenés un grupo que te lleva, que te motiva, que decís hoy voy a entrenar con tres amigos. Es solo con tu cabeza, con tu cansancio, porque se llega muy cansado a la última etapa de competencia. Hay que mantener la cabeza en el foco, no romper la dieta y no tentarte, y no mandar todo el diablo por la comida. Tenés que tener una cabeza muy fuerte, muy entrenada, no es fácil en ese sentido”.
Eliana, la última. ¿Qué le podés decir a alguien que quiera empezar con esta actividad?
EM: “Mi mensaje es que siempre que quieras hacer algo, así sea correr 10, 21 kilómetros, quieras iniciar una actividad física, lo primero que tienes que hacer es proponértelo y trabajar para eso. Para mí, con constancia, con voluntad y paciencia, sobre todas las cosas, y obviamente perseverancia, todo se puede lograr en la vida. Así sea, algo que ni te imaginas que puedas hacerlo. Yo, quizás, ni pensaba que iba a poder lograr esto. Y hoy me veo y sinceramente me siento orgullosa de haberlo logrado. Si lo van a pensar como que es un sacrificio, por ahí uno se está equivocando; sino se disfruta, no lo puedes llevar en el tiempo, se hace muy pesado y no lo disfruta. Hay que aguantar, hay que disfrutar, hay que tener paciencia porque los cambios no vienen de un día para otro”.
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