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Club Social y Deportivo Carabelas, cien años de referencia en la región
POR LOS CLUBES

Club Social y Deportivo Carabelas, cien años de referencia en la región

Fundado el 6 de mayo de 1923 continúa escribiendo su rica historia. En la tradicional fiesta anual, este año su slogan fue: “100 años de pasión, 100 años de gloria”. Diarionucleo.com conversó con Gisela Rufach, actual presidenta y la primera mujer en presidir esta entidad deportiva

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El Club Social y Deportivo es uno de las dos entidades para la práctica deportiva, valga la redundancia, en Carabelas. La pequeña localidad forma parte del Partido de Rojas, sobre la Ruta Provincial 31 y a 24 kilómetros de la ciudad cabecera. 

Es un pueblo tranquilo, de tan solo mil habitantes, fue fundado el 1 de diciembre de 1910, y creció, como varios pueblos de la zona y de esa época, por el ferrocarril y las actividades agropecuarias. 

Tan solo 13 después de la fundación de Carabelas, un grupo de entusiastas iban a sellar el nacimiento del Club Social y Deportivo Carabelas, quizás el más antiguo de la región. 

Diarionucleo.com entrevistó a Gisela Rufach, actual presidenta y la primera mujer en presidir esta entidad deportiva. 

Gisela, ¿cómo es tu vínculo con el club?

GR: “No soy oriunda de Carabelas, soy de Rojas, pero ya hace 25 años que vivo en Carabelas. Me acerco al club por mi ex marido y mis hijos. Vine a ayudar, me gustaba, y estoy desde fines del 2006 en la Comisión; siempre estuve en Secretaría o en Tesorería. Ya hace un año que estoy en la presidencia; fui votada, me daba un poco de miedo, no deja de ser algo nuevo. Estoy contenta, conforme, creo que me vengo manejando bien. En el fútbol tengo gente que me ayuda muchísimo y siempre están al pie del cañón”. 

Hacías referencia a la Presidencia, sos la primera mujer en ocupar ese cargo. ¿Qué significa para vos?

GR: “En lo que es la Liga de Rojas, tal como decís, soy la primera presidenta mujer. Es una enorme satisfacción y responsabilidad”. 

Es un club muy ´futbolero´, por así decirlo. ¿Qué otras disciplinas hay?

GR: “Cuando nace el club, el 6 de mayo de 1923, no existía todavía la Liga de Fútbol de Rojas, sí estaba el Polígono de Tiro y la Sociedad Italiano de

Rojas, junto a nosotros son instituciones muy añejas. En el principio en el club se practicaba tenis, después nace la liga, y ahí empezamos a hacer fútbol. Somos el único club de ese entonces que seguimos en pie. Hoy en día se puede practicar pádel, las canchas están concesionadas, siempre hay torneos los fines de semana. Y en fútbol tenemos Reserva y Primera”.  

Dentro del tiempo que lleva tu gestión, ¿qué objetivos pudiste cumplir y cuáles tenés en mente a futuro?

GR: “Mirá, varios. En cuanto a algún anhelo estaría bueno poder recuperar…tener otra vez Escuelita, o por lo menos hacer inferiores; pero se necesita gente, se necesita trabajo. Es algo que no lo descarto. Y en cuanto a lo que fuimos haciendo, puse todas mis energías en la parte de edilicia; si bien no todo tiene cien años en el club, pero sí hay cosas que tienen 80 años, y un poco más también. A la parte edilicia le faltaba mucho, así que me lo puse como prioridad. No teníamos iluminación, trabajamos en eso y ahora tenemos la iluminación en la cancha, desde hace un año, con todo nuevo, con todo led. En Carabelas hay dos clubes, en Rojas cinco, yo te diría que estamos al nivel de lo que tiene Argentino, Newbery, que son las mejores en cuanto a iluminación. La cancha quedó muy bien. La sede es una esquina, y tenemos una pared lateral, un paredón de más de 30 metros de largo, con un alto increíble, nunca fue revocada; este año pudimos revocarla. Eso es el inicio en lo que quiero seguir, en poder pintar, en poder hacer una vereda, porque la vereda no está hecha, tiene partes feas: también terminamos la parrilla, que empezó con la gestión anterior, pero para el aniversario culminamos esa obra. Teníamos una cancha de bochas adentro del salón de fiestas, eso se tapaba con madera, y las maderas había que repararlas siempre, el piso se movía, se hizo una loza en ese lugar, es una obra que uno dice parece una pavada, parece algo chico, fue monstruoso. Los vestuarios también son nuevos, lo único que nos falta ahora es terminar de pintar y ponerle unos estantes, unos detalles. Era una obra que estaba proyectada cuando yo arranqué y se pudo terminar. También hicimos un cuartito de trabajo en la cancha para estar más cómodos. Así que se hizo bastante, estamos muy conformes”.

¿Qué significa el club para la gente de Carabelas? 

GR: “El club acá es todo, porque acá vos sos de un club o son del otro. El club es donde la gente sale, es el momento de tomarte algo fresco en el verano, de sentarte afuera, de conversar o ir a tomar algo calentito en el invierno. Si bien hoy la situación está brava para salir y gastar todos los fines de semana, es complicado, pero estamos esperando que se haga una fiesta o la peña de los viernes, que se junta plata para para costear el fútbol. El club es el momento de reunión, es el momento de compartir. Hay una parrilla en Carabelas hace unos añitos, pero acá no hay otra cosa que los clubes. Acá tiene mucho significado el club. Y Carabelas no duerme, porque somos muy poquitos, pero acá siempre hay cosas”. 

En tanta renovación. ¿Hay algún objeto, alguna reliquia o lugar que han decidido conversar como parte de la historia?

GR: “En el caso de la cancha de bochas, cuando comenzaron las obras estaba el señor que la hizo, imaginamos el dolor cuando vio que la estábamos, pero hoy en día no se juega más a las bochas. Sí, fue duro, se ve desde otro ángulo. Lo que si te digo que para mi fue una reliquia, fue oro en polvo…fue encontrar el primer libro de acta, el estatuto original. Estuvimos revisando y revolviendo cosas y lo encontramos, eso sirve como documento histórico, y también para cualquier tipo de papelerío jurídico”. 

En junio el club festejó sus primeros cien años de vida con un mega fiesta. Se adecuó el salón para una noche de gala al que asistieron más de 350 personas que modificaron la vida diaria de la entidad. 

Fue una noche de emoción, de homenaje: Laura De Gaetani fue elegida la “Reina del Centenario”, entre todas las reinas presentes. De Gaetani es la hija de un recordado presidente de la institución: Roberto ´Lungo´. También hubo espacio para agasajar a los socios más pequeños y a los vitalicios, el reconocimiento para los sponsors, como así también la velada tuvo la actuación artística del humorista Hugo Varela y Banda Numeral 3. 

En la espectacular fiesta que organizaron, estuvo el espacio para los socios vitalicios. ¿Cuántos fueron y cómo han vivido esa experiencia? 

GR: “Tenemos un socio que está viviendo en Buenos Aires, y que estuvo presente. Él está muy bien. Otra socia vitalicia, que estuvo desde el arranque cuando se empezaron a hacer los ravioles, también estuvo. Y hay otro socio que está en un Hogar en Rojas, nos mandó una carta, el sobrino siempre se hace presente en las fiestas, les pasa fotos y le cuenta cómo está el club actualmente. Y después tenemos un ex presidente, que es socio vitalicio, que también estaba con sus hijos en la cena. Ellos nos acompañan y nos dan ánimo. En sus épocas no costaba quizás tanto como ahora”. 

A la fiesta asistieron alrededor de 350 personas…contanos algún secreto…¿cuántos kilos de ravioles tuvieron que preparar? ¿toda una ingeniería trabajando ahí, no? 

GR: “Se empieza a trabajar un mes y medio antes. Se hacen alrededor de 34 mil ravioles, todo bien caserito. Unas semanas antes se limpia acelga, se lava, se hierve, se deja escurrir; otro día cocinamos la carne, mezclamos la acelga con la carne cocida, se condimenta y se toma la masa en alguna de las panaderías, hoy tres en Carabelas, vamos rotando. Todo eso en varios días. El sábado, desde las ocho de la mañana, se llama a un grupo grande mujeres, entre 15 y 20, y se elabora los ravioles, tenemos la maquina donde vamos estirando la masa, se ponen en los tablones para el armado. No hay secreto, lo hacemos con amor y dedicación. Fue una fiesta hermosa, con más de 350 personas, más 50 colaborando, mozos, etc. Este año fue distinto a todos porque hubo fuegos artificiales, un cien gigante con luces en la esquina, el salón vestido de gala, entelado. El color del club es el rojo, todo vestido así. Tuvimos todos los detalles, fue una fiesta hermosa. Eran, sin dudas, cien años y había que festejarlo”.  

Por último y para cerrar. ¿Cómo te gustaría que recuerden a tu gestión? 

GR: “Te digo que esto lo hago con un amor y una dedicación que no sé si quiere que se diga algo. Sí quiero que mi gestión sea buena y beneficiosa para el club. Es una lucha muy grande seguir en pie con los años, y esto se va transmitiendo de generación en generación. Lo importante acá es colaborar. Cada cosa que se hace me da emoción…Quisiera que me recuerden bien y como fui útil, que serví para el club”.
 


 

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