Néstor Grindetti fue elegido anoche como presidente de Independiente por los próximos tres años a través de una ajetreada Asamblea Extraordinaria desarrollada en el gimnasio Carlos Bottaro situado en la sede del club, sobre la avenida Mitre, de Avellaneda.
Grindetti, de 68 años, en uso de licencia como intendente de Lanús y precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el espacio de Juntos por el Cambio que lidera la precandidata a presidenta de la Nación, Patricia Bulrich, será desde ahora el reemplazante formal del periodista Fabián Doman, que hace tres meses renunció a ese cargo luego de apenas seis meses de gestión como titular de Independiente.
De la elección tomaron parte 90 asambleístas del oficialismo y de la oposición, en un acto en el que estuvieron presentes los miembros titulares y suplentes de la Comisión Directiva actual, los titulares y suplentes de la Comisión Revisora de Cuentas y los componentes de la Junta de Disciplina y Ética del club.
También participaron los socios empadronados, quienes en la previa de la votación cantaron en contra de Cristian Ritondo, un aliado político de la actual dirigencia de Independiente.
Y también, cuando ingresaron al gimnasio, que se convirtió en una caja de resonancia de todos los enojos y sinsabores que atravesaron los asociados de Independiente en los últimos años por los continuos desmanejos dirigenciales, fueron abucheados el secretario general, Daniel Seoane, y el propio manager deportivo, el ex arquero del seleccionado argentino en el Mundial de Corea-Japón 2002, Pablo Cavallero.
Y para cerrar el cuadro de cuestionamientos se colocó sobre una tribuna del gimnasio una bandera con la inscripción "Fernando Sciaccaluga ladrón", apuntándole a uno de los abogados del club.
En el mismo acto también se votó el Balance de Independiente del último año, el cual fue aprobado con 59 votos a favor proveniente del bloque oficialista, contra 26 del opositor.
La jornada fue positiva para Independiente por fuera de esta Asamblea, ya que previamente se conoció el levantamiento de la inhibición que había impuesto sobre el club el América, de México,
Independiente hizo en los últimos días un primer giro de un millón de dólares, producto de recursos propios, y días más tarde completó con una transferencia de otros tres millones, generados por la colecta de Santiago Maratea.
De esa manera, con cuatro de los seis millones que debía ya en las arcas de América, el club mexicano aceptó recibir a los dirigentes, entre ellos el hoy cuestionado Seoane (fue acompañado por el vicepresidente, el conductor televisivo Juan Marconi), para negociar un plan de pagos con el saldo restante.
El acuerdo anunciado oficialmente hoy por Independiente a través de sus redes sociales implica la cancelación de la deuda total con América en tres pagos semestrales de 660.000 dólares para el saldo que resta. Los mismos deberán realizarse en noviembre de 2023 y junio y diciembre de 2024.
De esta manera Independiente podrá realizar contrataciones para reforzar el equipo dirigido por Ricardo Zielinski en el próximo mercado de pases que se abrirá a principios de agosto.
El propio Maratea indicó hoy que "quedan 57 millones de pesos, 220 mil dólares", y anunció que mañana es 7/7, "un día especial para el club y para fortalecer esta colecta. Porque no me bajo de ella, ya que el fideicomiso tiene como mínimo seis meses de duración y recién van tres".
Tras informar en sus redes sociales que se va a embarcar en otras cuatro colectas "por temas de salud de sus destinatarios", precisó que el 7/7 "es especial porque resume las siete Copas Libertadores ganadas por Independiente. Por eso mañana se buscará poner links de 7.777 pesos, como se hizo el 6/6, por el 'Diablo', con los de 6.666, y con ellos se lograron recaudar 40 millones", apuntó.
Por lo pronto hoy, 6/7, Independiente levantó una gran parte de su deuda y tiene presidente de manera formal. Ya podrá reforzar el plantel. Pero en el debe sigue estando en "rojo", y no justamente por el color de su camiseta, el plano futbolístico, ya que su posición en la tabla de la Liga Profesional (23ro. entre 28 equipos) es otro lastre que arrastra también como producto de lo anterior, pero que debe levantar cuanto antes.
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