Los hinchas colmaron anoche el estadio Arena do Gremio como si fuera un día de partido, para brindarle una emotiva y clamorosa recepción a su flamante incorporación, el delantero uruguayo Luis Suárez, que permaneció el pasado semestre en su club de origen, Nacional, de Montevideo.
El estadio de Porto Alegre con capacidad para 60.000 espectadores estuvo repleto de hinchas de Gremio que le brindaron otra multitudinaria recepción como la ocurrida anoche cuando arribó al aeropuerto local acompañado de su familia, que hoy también estuvo a su lado en el campo de juego.
"Prometo actitud, compañerismo, ganas y goles. Vengo a Gremio por el desafío de demostrar que a mis 36 años puedo jugar en este fútbol, porque esto es lo que más me gusta hacer", fueron sus primeras palabras a la hora de la presentación, que la hizo ataviado con la camiseta tricolor de Gremio y pantalones de vestir oscuros.
"Mis amigos Lionel Messi y Lucas Leiva (el brasileño que fue su compañero en Liverpool, de Inglaterra y hoy juega en Gremio) me aconsejaron que viniera, porque para eso están ellos en la vida, para apoyar las decisiones que uno toma", refirió luego de salir del campo de juego, donde lloró de emoción al ver en pantalla gigante unos emotivos mensajes de sus hijos.
El "Pistolero", que el próximo martes 24 de enero cumplirá 37 años,. recibió la camiseta número 9 de Gremio de parte del también uruguayo Atilio Ancheta, que como él supo jugar en Nacional, de Uruguay y el equipo "gaúcho".
Después de su fulgurante paso por el Barcelona español, donde alcanzó la cúspide de su carrera, hoy Suárez empieza a desandar el último recorrido con la misma pasión de siempre.
"No van a ver al mismo Suárez de 2016, 2015 o 2013. No voy a correr 50 metros hacia delante, porque no soy tonto. Pero con un movimiento a esa distancia puedo ayudar a que mis compañeros tengan posibilidades. Este es un equipo joven y verán en mi a alguien que entrenará a la par de todos con el mismo entusiasmo de siempre", cerró Luis Suárez.
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