Grabado en la piel: Furor por los tatuajes de la Scaloneta

Los tatuadores tuvieron una jornada sin descanso por el furor de centenares de hinchas para dejar en su piel un recuerdo de la obtención de la Copa del Mundo por parte de la Selección argentina en Qatar y el capitán, Lionel Messi, fue el gran protagonista de estos trabajos artísticos.

"Todo los tatuajes que hicimos fueron de la Selección. Ya perdimos la cuenta de cuántos fueron", señaló Chatrán, con rostro cansado y en su estudio ubicado en el barrio porteño de Recoleta.

El lunes es un día en que los estudios de tatuajes no abren, pero la locura que generó el andar de la Scaloneta, coronado con la Copa del Mundo ante Francia el domingo, los obligó a cambiar sus esquemas.

Desde temprano llegaron decenas de fieles, como en busca de su hostia, a distintas lugares de tattoo dentro de la mítica Galería Bond Street y también en las inmediaciones, con el objetivo de ofrecer su manto dérmico para que quede testimonio -uno artístico- de lo que fue la jornada del domingo.

Varias imágenes de la Copa del Mundo, un Messi en realismo, el 10 de la Pulga, el famoso 5 de copas, el 18/12. Sobraron diseños para exponer en la piel las sensaciones y emociones que despertó el equipo dirigido por Lionel Scaloni.

Chatrán es el tatuador de uno de los que festejó en grande en el Estadio de Lusail: el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio "Chiqui" Tapia. Pero también supo hacer arte en la piel de varios futbolistas que supieron vestir la camiseta de la Selección, como Ariel "Burrito" Ortega, Ezequiel "Pocho" Lavezzi, Luis "Lucho" González y Fernando Cavenaghi, entre otros.

Para que los fieles de la Scaloneta puedan tener más de un recuerdo u homenaje hacia los que lograron la gesta de Qatar, Chatrán hizo una promoción de 2x1: dos tatuajes de 7x7 centímetros por 6 mil pesos. Los más grandes van de 45 mil a 80 mil pesos.

Uno de los que se acercó para grabar en su piel este momento fue Joaquín, de 22 años. "Medio que fue una promesa, pero lo terminé de decidir ayer. Dije: `Se nos dio. Es ahora´. El Topo Gigio fue tentador, pero la historia del 5 de copas me tocó el corazón", contó en diálogo con NA.

Las ocho camillas que tiene el estudio de Chatrán no quedaron vacías ni 5 minutos y fue un ir y venir de gente en busca de su tatuaje para que el agradecimiento no se vaya jamás y quede grabado a tinta en la piel.