El fútbol da revancha, es una frase que acuñan desde este ambiente deportivo jugadores, entrenadores, dirigentes, periodistas y hasta los mismos hinchas. Esa, y muchas frases más, componen el léxico y manual discursivo del deporte más popular del planeta.
Patronato de Paraná vivió una temporada intensa. En la lucha por mantener la categoría, objetivo que no pudo conseguir, jugará la próxima temporada en la B Nacional, llegó a la final de la Copa Argentina, y tiene chances de competir en la próxima edición de la Copa Libertadores, para eso deberá ganarle a Talleres (finalista de la Copa Argentina), y así acceder al máximo torneo continental.
Y esas sensaciones de alegría y tristeza, de ida de vuelta, es lo que vive el club entrerriano: bronca por el descenso, porque es un equipo que jugó bien en esta temporada, y porque ganó la simpatía de propios y extraños, a raíz de la buena propuesta de juego que impuso su entrenador Facundo Sava.
En su andar por la Copa Argentina, el “Patrón” dejó en el camino a Colón de Santa Fe, luego dio el golpe ante River Plate, y esta semana volvió a ganar la tapa de los diarios luego de sacar de competencia a Boca Juniors, el “Xeneize” venía de ganar el fin de semana el título de la Liga Profesional. Además del equipo, aguerrido y comprometido, hubo una figura fundamental para que Patronato esté hoy por en la final: Facundo Altamirano, su arquero, portero, guardameta.
El custodio del arco del “Patrón”, de 26 años y 1,89, surgió de las inferiores de Argentino de Rojas, emigró a Banfield, donde hizo su debut en 2017. De allí fue transferido a Estudiantes de Caseros, por un año, para tener más rodaje. Regresó al “Taladro”, y de ahí su destino fue Paraná, donde fue cedido sin cargo y con opción de compra.
El rojense hoy vive un gran presente futbolístico. La Copa Argentina tiene esta particularidad, desde su creación muchos equipos y jugadores “se muestran”, “sirve de vidriera” cuando hay cruces entre “David y Goliat”. Tal es el caso de Patronato. Las manos de Altamirano depositaron al conjunto paranaense en la final de la Copa Argentina, dejando en el camino a los dos grandes del fútbol argentino: River y Boca, respectivamente, con lo que eso conlleva, esa eliminación de los "grandes" que todo lo amplifica.
Aparecieron los memes y hasta una cadena deportiva televisiva se animó a pedirle a Scaloni que convoque al arquero para la Selección Argentina, en la presente temporada (Liga Profesional y Copa Argentina), Altamirano lleva 9 remates contenidos desde el punto penal.
El rojense fue clave en el encuentro ante el “Xeneize”. Tras igualar 1 a 1 en tiempo reglamentario, atajó los lanzamientos de Romero, Varela y Villa. Matías Mansilla, compañero de puesto de Patronato, lo asistió con un machete e indicándole en la previa a cada remate hacia dónde podía ir la ejecución. “Yo lo miraba y él me decía dónde me tenía que tirar. Cuando fue Villa sabía que pateaba ahí. Algunos los tenía estudiados, otros no porque por ahí no habían pateado”, contó en diálogo con TyC Sports Altamirano.
"La gente se siente identificada con este equipo. Más allá de que nos tocó descender supieron reconocer nuestro esfuerzo", manifestó después del triunfo ante Boca. "Lógico que a un arquero siempre lo potencia atajar penales, pero esto es mérito de todos, de todo el equipo, el cuerpo técnico ".
Patronato y Talleres de Córdoba, que dejó en el camino a Banfield (1-0) en Rosario en la tarde del miércoles, dirimirán el título de la Copa Argentina este domingo, a las 20.30, en el estadio Malvinas Argentinas de la ciudad de Mendoza.
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