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Luego de las amenazas, el plantel de Colón entrena con custodia policial
VIOLENCIA EN EL FUTBOL

Luego de las amenazas, el plantel de Colón entrena con custodia policial

Desde la entidad santafecina no realizaron la denuncia correspondiente por las amenazas que sucedieron dos días atrás por parte de 30 barras que irrumpieron un entrenamiento que los jugadores terminaron suspendiendo en el Predio 4 de junio.

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El plantel de Colón de Santa Fe retornó a los entrenamientos este jueves con custodia policial luego del apriete de la barra brava que derivaron en la suspensión de la práctica del miércoles.

Pensando en el encuentro que tendrá el próximo lunes, de local, frente a Argentinos Juniors, los futbolistas volvieron al trabajo pero en esta oportunidad con la presencia de dos patrulleros ubicados en el ingreso al predio por la puerta principal.

Sin embargo, esta no fue la única presencia anormal en el "Sabalero", ya que dos de los violentos se quedaron en una de las garitas con el encargado de seguridad para evitar que llamen a más autoridades policiales.

Desde la entidad santafecina no realizaron la denuncia correspondiente por las amenazas que sucedieron dos días atrás por parte de 30 barras que irrumpieron un entrenamiento que los jugadores terminaron suspendiendo en el Predio 4 de junio.

"Sabemos que tu nene va a este colegio", que "vas a comer a tal lugar" o distintos horarios de la rutina diaria fueron descriptos con precisión por parte de los violentos y esto derivó en que varios futbolistas tomaran la decisión de preservar a sus familias.

Por su parte, este jueves habrá una importante reunión de Seguridad, para trazar el operativo para el encuentro del próximo lunes, cuando el equipo enfrente a Argentinos Juniors, en el Estadio Brigadier López y es muy probable que se cambie el horario -estaba estipulado por las 21.30- y se adelantaría.

El lamentable suceso tuvo lugar el martes, cuando el equipo retornó a las prácticas luego de la derrota frente a Talleres de Córdoba y fueron abordados por cerca de 30 barras que además de las amenazas hacía los familiares, le exigieron a los jugadores dinero y camisetas.

Paolo Goltz y Ramón "Wanchope" Ábila fueron los jugadores más afectados y comunicaron: "Era un grupo de 30, más o menos, y pidieron hablar con los referentes. Hubo un jugador que reaccionó y ahí empezaron las discusiones y empujones".

Ante ello, la Policía se presentó en el predio del conjunto "Sabalero" para evitar que la situación se agrave y el entrenamiento del equipo de Adrián Marini debió ser suspendido.

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