El exfutbolista Philipp Lahm, capitán de la selección alemana campeona del mundo en 2014, adelantó que no asistirá a Qatar 2022 por considerar que en ese país "no se respetan los derechos humanos".
Lahm, actual director de la Eurocopa 2024 que se disputará en su país, consideró que los DDHH. "deberían tener un papel importante en la adjudicación de los torneos".
"Si un país que lo hace mal en este ámbito obtiene el premio, entonces hay que pensar en qué criterios se ha basado la decisión", subrayó el exdefensor a la revista Kicker.
"Prefiero ver el Mundial desde mi casa. No acudiré como miembro de la delegación alemana ni como aficionado", sentenció con la convicción de fijar posición en la polémica que rodea a la primera Copa del Mundo en Medio Oriente.
"Hoy en día ya no se puede dar la espalda a estos temas", sostuvo Lahm, quien desmintió tener "ambiciones" de postularse al cargo de presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) en el futuro.
Los principales cuestionamientos sobre el Mundial Qatar 2022 se relacionan con la postura del emirato en relación a la explotación laboral y los derechos de la comunidad LGBTQ+ y de las mujeres.
En febrero de 2021, Amnistía Internacional alegó que 6.500 trabajadores migrantes habían muerto en Qatar en tareas de construcción desde que el país obtuvo su derecho a albergar la Copa del Mundo. Esos inmigrantes, en su mayoría, procedieron de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka.
En Qatar, las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales y pueden conllevar un castigo de varios años de prisión si son atrapadas.
Nasser al-Khater, el director ejecutivo de la Copa Mundial FIFA 2022, dijo que "las demostraciones públicas de afecto están mal vistas, no son parte de nuestra cultura, pero eso afecta a todos".
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