El boxeo de Pergamino tuvo, tiene y tendrá siempre páginas para escribir. De las épocas de oro a la actualidad, con nuevas generaciones, y con referentes como José María Flores Burlón y Anahí “La Indiecita” Sánchez.
Hablar en Pergamino del “Gimnasio de Los Chávez” es igualar que decir “boxeo”. Diario Núcleo dialogó, en exclusiva, con Claudia Chávez, hija de Rodolfo y hermana de Humberto, enormes pugilistas que brillaron en los cuadriláteros de Pergamino, del país y también en el exterior.
Recorrimos el mítico Gimnasio, ubicado debajo de una de las tribunas del Parque Municipal.
P: Claudia, ¿Qué significa el “Gimnasio de Los Chávez” en tu vida?
CC: “Mi padre hace 18 años abrió este humilde gimnasio. Mi viejo fue una persona muy conocida, un referente del boxeo: Rodolfo “El Tucumano” Chávez, mi ídolo. Tuvo una trayectoria boxística muy buena, que después siguió mi hermano Humberto José Eduardo “La Locomotora” Chávez, también todo un símbolo del boxeo en la ciudad.
Yo crecí con ellos, con esto, con las bolsas, los guantes. Hoy sigo con el sueño de ellos y manejo el gimnasio junto a mi marido Rafael y al profesor Daniel Dorrego”.
P: Hablás con tanto amor y cariño hacia este deporte, ¿alguna vez te calzaste los guantes, por así decirlo?
CC: “Yo amo el boxeo, lo amé siempre, es lo que Los Chávez me dejaron. En aquellos tiempos no existía el boxeo para las mujeres, lamentablemente, porque me gusta, estoy al frente del gimnasio, trato de contener a los chicos, hablar con ellos, abrir las puertas del gimnasio para que aprendan lo que a ellos les gusta, la parte técnica de boxeo”.
P: ¿Te molesta cuando se estigmatiza a este deporte?
CC: “Durante años hemos hablado con mi viejo y con mi hermano sobre eso. Cuando se habla del boxeador o de aprender lo que es el boxeo…es verdad, no digo todos, pero se ve o se mira de una manera siempre violenta al boxeo, y no es así.
Sería lindo que la gente se acercara al gimnasio para ver cómo se trabaja, se entrena, los valores, la amistad, como en cualquier deporte, o quizás mucha más.
Acá nosotros sacamos muchos chicos de la calle, que por ahí llegan a una edad que van por un camino equivocado; esa es la parte que a mí me toca. El boxeo ayuda a ocupar su tiempo, su espacio, estar dentro de un gimnasio, aprender una disciplina”.
P: El gimnasio está completo en cuanto a materiales, a simple vista. ¿Cómo se solventan, hay una cuota social?
CC: “Es humilde, pero tenemos todo lo que necesitamos. Quiero agradecer al señor Intendente (Javier Martinez) y al secretario de Deportes (Maximiliano Greganti) por todo lo que nos ayudan. Maximiliano es una de las personas que “se puso la camiseta”, por así decirlo, de nuestro gimnasio, nos ayudó y nos ayuda muchísimo.
Acá concurren chicos desde los 12 años en adelante, de lunes a viernes de 18 a 20. Y los días martes y jueves tenemos boxeo femenino. Trabajamos en equipo con José María Flores Burlón y la campeona Anahí Sánchez. Tenemos talleres de violencia de género, para las chicas, donde hablamos de contención, ellas tienen su espacio con un gabinete de psicología del área de Violencia de Género municipal, así que es algo que va mucho más allá que lo deportivo”.
P: ¿Qué opinás del nivel del boxeo en la actualidad, en Pergamino?
CC: “Creo que hay un nivel muy bueno. Todos los meses hay festivales en Pergamino, como también salimos y llevamos a los chicos a competir afuera. Pergamino tiene buenos referentes, tanto en varones como en mujeres. Nosotros tenemos el orgullo de trabajar con la campeona, la “Indiecita” Sánchez”.
- Rafael, Claudia y Daniel, quienes dirigen el gimnasia en la actualidad
P: Por último Claudia, ¿quién fue “El Tucumano” y la “Locomotora” Chávez?
CC: “Es difícil hablar del viejo y de mi hermano sin emocionarse. Yo cada palabra que digo de ellos es con el corazón y con humildad. Pienso que los Chávez dejaron una marca, una trayectoria hermosa en Pergamino, y en la zona. Fueron dos grandes.
El “Tucumano” Chávez fue un guerrero, un peleador, con una carrera hermosa. Fue doble campeón argentino, y salió campeón argentino en el Ejército.
Y “Betito”, mi hermano, fue una persona muy querida. Hace 18 años dejaron este gimnasio, esta semilla para la ciudad, dejaron su legado.
Hoy acá ha mucha juventud. Aquí está mi hijo y mi sobrino, que siguen los pasos de su abuelo y su tío. Todos los chicos que están acá son mis hijos del corazón, son parte de nosotros, de los que siento orgullo y que están haciendo su propio camino”.
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