Pergamino volvió a hacerse fuerte en casa y le ganó a Rocamora por 84-79 en un partido cargado de tensión y cambios de ritmo. El local dominó la primera mitad con amplitud, sufrió en el complemento y recién en el final pudo asegurar una victoria clave para sostenerse en la pelea de arriba.
El arranque mostró un trámite equilibrado, pero Pergamino aceleró a partir de la mitad del primer cuarto. Con un ataque fluido, transiciones rápidas y un rendimiento colectivo que marcó diferencias, llegó a sacar una distancia máxima de veinte puntos. En el segundo período, los aciertos de tres puntos de Quinteros y las conversiones de media distancia de Gandoy ampliaron la brecha y el equipo se fue al descanso 61-41.
La vuelta del entretiempo cambió el escenario. Pergamino se quedó sin claridad ofensiva y apenas convirtió ocho puntos en el tercer cuarto. Rocamora lo aprovechó con una buena tarea de Juani Fernández, que encabezó la remontada y redujo la diferencia a siete. Los de Amato presionaron, corrieron la cancha y pusieron en aprietos al local.
El último tramo mantuvo la tendencia: la visita siguió empujando y dejó el marcador abierto hasta el cierre. Sin embargo, Pergamino recuperó la compostura en los momentos clave y cerró un triunfo necesario tras la caída en Rosario, revalidando su fortaleza como anfitrión.
Foto: Gentileza Javier Mengoni - Pergamino Básquet
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