Pergamino sufrió, reaccionó y lo ganó en un suplementario cargado de carácter
Después de dos caídas consecutivas, el conjunto pergaminense volvió a sonreír en casa con un triunfo tan necesario como trabajado: 79-73 frente a El Talar, en un partido que tuvo pasajes de dominio visitante, un cierre dramático y un alargue donde pesó la experiencia.
El arranque mostró a un El Talar más claro, incómodo para defender y preciso para bloquear las vías habituales de anotación de Pergamino. Con Slider y Bello bien tomados, el local debió buscar otras rutas para sostenerse. Aun así, el primer cuarto quedó en manos de la visita, que sacó tres puntos de ventaja apoyada en su eficacia perimetral.
El segundo segmento se volvió espeso: errores en ambos costados, defensas al límite y baja efectividad desde lejos. En ese terreno áspero, el equipo de Díaz encontró una ventana para estirar diferencias y marcharse al descanso siete puntos arriba, capitalizando cada duda del local.
La respuesta pergaminense llegó desde adentro. Sin gol desde larga distancia, fue el canadiense Shepherd quien asumió el protagonismo en el tercer cuarto, imponiendo físico y decisión para sostener al equipo en una noche ofensivamente irregular.
El cierre del tiempo regular fue un puñado de nervios. El Talar encadenó su mejor pasaje, desactivó el ataque local y se escapó por cuatro puntos a falta de una posesión. Pero Pergamino resistió, igualó sobre la chicharra y empujó la historia a un suplementario que cambiaría la noche.
En el alargue emergió Slider, decisivo para cargar con los momentos calientes y destrabar un partido que parecía escaparse. Con defensa firme y mejores decisiones, el local selló un triunfo clave para recuperar confianza, sostener su fortaleza en casa y volver a caminar con paso firme.
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