Para muchos, un club es un lugar para hacer deporte. Para la familia Paz, Argentino de Pergamino es un segundo hogar, un sentimiento que se lleva en la piel y que se exhibe con orgullo en una colección que ya es un verdadero museo familiar. No es una simple acumulación de objetos, sino un viaje por la historia de una institución contada a través de sus camisetas, pelotas, banderines y hasta barbijos.
El protagonista de esta historia es un coleccionista que, desde chico, sintió una atracción especial por todo lo que llevara el escudo de “El Blanco”. “La locura de la colección o museo familiar, como le llamo yo, arrancó de chico, cualquier banderín, remera o lo que fuese de Argentino lo quería”, indicó Marcelo Paz a DiarioNúcleo. Lo que comenzó con algunos regalos de los más grandes se potenció con su propia carrera deportiva. “Cuando ya empecé a competir, tuvimos un gran equipo y logramos campeonatos consecutivos de cadetes y juveniles, así que el club en cada campeonato nos regalaba la camiseta, más o menos así comenzó”, cuenta.
La pasión se convirtió en una tradición familiar. En el momento de la foto, la colección ya sumaba 154 camisetas y unas 20 unidades entre tazas, mates, banderines y llaveros. No se limita a una sola disciplina: hay camisetas de básquet, vóley, tenis, fútbol, mallas de patín y gimnasia artística que pertenecieron a su hija Morena, y hasta una camiseta de hockey. La indumentaria se expande a buzos, camperas, pantalones, gorras y gorros, incluso un barbijo de la época de la pandemia; también destaca una plaqueta que recibió cuando fue abanderado del club.
Más allá de la cantidad, lo que realmente emociona son las historias detrás de cada objeto. La colección incluye reliquias como una pelota de fútbol de un campeonato de los años ´50 o ´60, un obsequio de su amigo "Huevo" Maggio, que perteneció a Abel Carnevale. Entre las “reliquias”, también destaca “la mil rayitas”, una camiseta de básquet autografiada por el Profesor Ariel Almazán y una de hockey de piqué.
La familia es el motor principal de este museo. Las camisetas de vóley de sus hermanas Leonela y Fernanda, de su sobrina Justi y de su hija Morena, que le va entregando las prendas que le quedan chicas, son parte fundamental de la colección. “Todos los integrantes de la familia aportan con varias prendas”, agrega "El Negri", como lo conocen en el club y en todo Pergamino. “El club cada vez que saca indumentaria sabe que tiene casi la obligación de avisarme”, sostiene entre risas. “Tener una colección de objetos, más que nada indumentaria del Blanco, es sentir y vestirse con la ropa del club que nos vio nacer”, afirma.
El legado familiar se remonta a su abuelo "Cueque" Paz, y por eso Argentino es su “segunda casa”. La pasión por el club trasciende las generaciones y une a todos: “esta es la colección que armamos la familia entera”, indica Marcelo mientras señala todos los objetos esparcidos sobre el piso del "Socios Fundadores", entre emoción y orgullo. Ese mismo piso de "El Galpón" donde vio jugar a los Paz entre vóley y básquet, entre hazañas deportivas y hoy también cuenta "en este museo itinerante" otra gloriosa página de su rica historia.
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