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Julián Pagura: "Siento que se cerró un ciclo en Pergamino Básquet"

El ex entrenador de Pergamino Básquet dio detalles de su salida. La experiencia al frente del equipo. Su visión del básquet de Pergamino. El futuro deportivo y laboral. Todo en un ´mano a mano´con Diarionucleo.com

Julián Pagura llega puntual a la entrevista en la redacción de Diarionucleo.com. Hace un par de semanas presentó su renuncia como entrenador de Pergamino Básquet. Había asumido al frente del equipel 26 de mayo de 2021, en reemplazo de Juan Manuel Gattone. Venía de ser ayudante técnico de Leonardo Gutiérrez en la Liga Nacional en Olímpico de la Banda. 

El entrenador profesional no se guardó nada. En un "mano a mano" con Diarionucleo.com habló de los motivos de su renuncia, el presente del básquet de Pergamino, la relación con los medios, con el plantel y la dirigencia, entre otros puntos. 

¿Por qué te fuiste de Pergamino Básquet? 

JP: “La verdad que fue una decisión que venía pensando a mediados de diciembre. Yo veía que había cosas que no estaban como a mí me gustan. Siempre hablo desde la autocrítica de mi lugar, no hablo de que el otro tenga culpa. Traté de cambiar un montón de cosas y el equipo no me respondía, esa es la realidad. Cuando uno está un tiempo en un lugar y tiene claro cuál es el proyecto y demás, lo que menos quiere es que el proyecto le vaya mal, y la realidad es que no me sentía cómodo. En el último partido con el Ciclista, la decisión ya la tenía tomada, sentía que no tenía que seguir. Después de hablar con mi representante, de hablar con mi familia también, y me había pasado una sola vez en mi carrera algo parecido, entonces dije voy a esperar a empezar el año nuevo, a ver si las cosas cambian, a tomar un poco de tiempo, y la realidad es que el comienzo fue bueno, el trabajo también. El trabajo no fue malo, pero los primeros dos partidos fueron otra vez lo mismo que lo que había pasado en diciembre. Me metí un poquito para adentro, hice un pensamiento bastante exhaustivo de todo, y hablé con los dirigentes, les dije lo que me estaba pasando, sinceramente, y que yo creía que había que hacer varios cambios en el equipo, y que yo sabía que no lo podían hacer, entonces lo más fácil era que me vaya yo para que el equipo pueda ir a un salto de calidad. La realidad es que el único perjudicado en la decisión soy yo porque vivo de esto y porque, obviamente, no quería que pase esto, pero también entiendo que el entrenador cuando algo no está bien es el primero que lo sabe, y muchas veces nos quedamos por diferentes situaciones, porque creemos que lo podemos cambiar, porque necesitamos laburo, por un montón de situaciones,  yo trato de ser coherente más que nada con mi profesión, y lo hice siempre. La decisión fue esa, fue una decisión solamente personal, sí, por momentos, vi actitudes en algunos de los jugadores que para mí no estaba bien"

Entonces, no es netamente basquebolístico, por lo que das a entender, también hay algunas cuestiones externas. 

JP: “Sí, porque en realidad es un desgaste también, esta es la tercera temporada. Calculá que el primer año, cuando yo llegué, la etapa esa del Federal, después vino el inicio de la Liga Argentina, yo hice un montón de cosas que ayudó a la organización para que se pueda jugar, y por ahí también, inconscientemente, esas cosas me desgastaron, y a lo mejor al estar un poco desgastado en tres años por hacer cosas que no me correspondían, que vuelvo a repetir, es una cuestión netamente mía, porque yo soy el que decide si las hago o no las hago, creo que también el desgaste ayudó a llegar a un momento donde vos decís la verdad no tengo más nada que hacer que lo que hice, me vacié. Traté de darle lo mejor posible, las cosas no se dieron. A veces se busca culpables en los lugares donde no hay. No estoy culpando a nadie, la culpa para mí es mía por no focalizarme únicamente en mi laburo, por creer, a lo mejor, en algo a largo plazo, y eso de creer a largo plazo me generó un desgaste que después tomóé una decisión, más que por no tener herramientas sino por estar cansado, y por tener un desgaste en todo lo que venía haciendo”. 

Hubo una etapa que también tuviste un 11-0 sin ganar. ¿Cuál es la diferencia entre esa etapa con ésta? 

JP: “Son diferentes etapas. Por eso te digo, uno siente cuándo tiene que estar y cuándo no. Y cuando vos decís A y ese A no es tan contundente, y todo el tiempo tenés que revalidar el A, y cuando no lo estás, haciendo quiere decir que hay algo que no hay un convencimiento. Cuando íbamos 11-0 era la primera temporada, había muchos jugadores que habían debutado, yo sabía que me iba a costar jugar, pero ya la tercera temporada el equipo estaba para otra cosa. Nosotros habíamos formado un equipo para estar, no sé si por calidad o por nombre, pero sí por una cuestión de experiencia, de estar de mitad de tabla para arriba, eso es lo que nosotros queríamos. Como venía el equipo funcionando esto se iba a agravar si no tomábamos cartas en el asunto; y la realidad es que no sé si el entrenador es el que la tiene que tomar. Yo donde voy me siento responsable…me pongo mucho la camiseta del lugar donde estoy. No podía permitir que el equipo espere a ver cuándo se le iba a pasar el bache que tenía, y después lo demostró, los dos partidos con Santiago Dubois fueron totalmente distintos, y los cinco partidos que llevan ahora con Daniel Maffei también fueron distintos, en cuanto a actitud, en cuanto a entrega, en cuanto a un montón de cosas. Y no digo que los jugadores no querían jugar conmigo, lo que digo es que había un desgaste propio de un montón de situaciones, y que al descomprimir con mi salida hizo que hay un montón de cosas que se puedan volver a reacomodar, y yo lo que busqué fue simplemente eso”. 

¿Sentís que te apuraste con la decisión? 

JP: “Sí, con el diario del lunes sí. Por ahí debía esperar un poquito que baje la marea para ver qué pasaba. Pero el único que convive con eso soy yo, porque la realidad es que hay días que no puedo dormir pensando que a lo mejor tenía que haber tomado otra decisión, pero la realidad es que viendo cómo funciona hoy el equipo y las cosas que han hecho, cambios de jugadores, cambios de entrenador, han ganado algunos partidos, creo que la decisión para lo que yo tomé fue buena, que es para que Pergamino Básquet esté mejor. La decisión mía fue exclusivamente por eso”.

Si bien sos un entrenador profesional, con mucho recorrido, los entrenadores conviven con las críticas. ¿Cómo te llevás, en lo personal, con eso?. No hablo solamente a las críticas en cuanto al juego, que debiera ser así, un análisis si un equipo juega bien o mal.    

JP: “No le doy mucha bola a las críticas, salvo cuando me siento perjudicado con mi laburo. Hay algunos periodistas que hasta me pasaba que me llamaba mi viejo escuchando la radio y me decía, ¿qué pasa que este periodista está diciendo esto y lo otro?...Y eran cosas graves…Decir de una persona que no prepara los partidos, un montón de situaciones de las cuales cada uno puede pensar o decir lo que quiere, siempre y cuando no afecta al otro en su laburo, o algunos personajes por ahí que opinan en redes sociales, con nombre y apellido, diciendo cosas que no son ciertas. Creo que se le pega mucho al proyecto, porque hay gente que no quiere estar dentro de este proyecto, que está barro, pero me parece que Pergamino Básquet sirve para que un montón de chicos puedan tener la posibilidad de jugar en otro nivel, que no lo tendrían de otra manera. De hecho, el disparador de todo esto ha sido que hoy hay un montón de jugadores, que es la primer crítica, que hay muchos jugadores afuera jugando, y en realidad tendría que ser una virtud, porque si están jugando en otro lado es porque despertaron algo dentro de todo esto que les pasó, por no quedar en Pergamino Básquet, por ir a entrenar y no querer. Hoy tenés muchos pibes jugando el Torneo Federal en diferentes clubes, chicos que han ido y han vuelto, porque la realidad tampoco era como se le habían pintado. A mí, individualmente, la crítica, si es constructiva no me molesta, el problema es cuando la crítica destruye, y cuando tu hijo que va al colegio escucha algo que no es cierto. Hace 23 años que soy entrenador, y estuve en lugares importantes del básquet, y no me había pasado nunca de por ahí tener con tanta vehemencia dos o tres personas que hablen todo el tiempo de situaciones que no eran. Como digo siempre, son personas que tienen mucho tiempo de gusto y tienen tiempo para pensar eso, y yo tengo que estar haciendo otra cosa para poder vivir de lo que amo y me gusta. La crítica no me molesta, soy un tipo que habla muy de frente, en una ciudad chica donde vos te ves con todo el mundo el mismo que te dice una cosa por un lugar no te la dice personalmente, y la realidad es que para mí hay que tratar de querer un poquito más al básquet, no importa si es Pergamino Básquet, si es un club, esto es el básquet de Pergamino, entonces hay que tratar de quererlo un poquito más para que crezca y para que no se termine teniendo Liga Argentina, en un futuro una Liga Nacional. Y si vamos al fútbol con Douglas pasa exactamente lo mismo, en un montón de situaciones. La crítica si uno la tiene bien hasta te ayuda a crecer. Por ejemplo, nosotros jugábamos contra un equipo que venía de tres partidos, o jugaba dos partidos y el tercer partido jugaba con nosotros, entonces le ganábamos porque venía cansado, pero cuando nosotros íbamos al tercer partido de la gira no era el mismo argumento. Esa situación es la que yo no estoy de acuerdo. Cuando vos tenés un argumento y sos siempre igual con todo, está todo bien, ahora cuando vos usás un argumento para una cosa y un argumento para la otra, no me parece que esté bien”.

Hay ciertos ´postulados´ deportivos que sostienen que ningún jugador, dirigente, técnico es más importante que un club, en este caso lo podemos llevar al ´proyecto Pergamino Básquet´. ¿Para vos sentis que cambia algo, se modifica el proyecto con tu salida? 

JP: “No, no. El proyecto tendría que ser lo más fuerte de todos. Las personas vamos y venimos. De hecho, yo tomo una decisión, para el que no la sabe, porque muchos también van a especular debe tener algo, por eso se va, se va a algún lado. Tengo tres hijos, vivo de esto, mi fuente mayor de ingreso es el básquet, soy entrenador profesional, y me fui sin tener nada. Hoy tengo algunas ofertas, pero no tengo nada concreto (al día de la nota no había cerrado con ningún club. Hoy ya se encuentra trabajando para Sirio Libanés). Ahí es donde yo te valido que para mí lo más importante era el lugar donde estaba trabajando. No quiero que el lugar donde trabajo, en este caso Peregrino Básquet, le vaya mal. Mira, pasa algo raro, porque termina el partido en Avellaneda y nos comunicamos con Santi Dubois, y le mandé un mensaje a Mariano Martínez (Presidente de Pergamino Básquet), y a Eduardo ´Chopera´ Cobo (ex Presidente y dirigente), después del partido, y no se sorprendieron porque me conocen. Y les dije: la verdad que la decisión fue buena porque ganaron. Me pongo contento cuando el equipo gana, y ojalá que gane la mayor cantidad de partidos posible, y que con todos estos errores que hubo se puedan mejorar para que el año que viene sea mejor, porque hay gente buena laburando, que le ponen mucho tiempo, muchas horas, ponen dinero muchas veces. La realidad es que el equipo trabaja bien, y para mí es una gran fuente de inspiración para un montón de chicos que están en la ciudad hoy queriendo estar en Pergamino Básquet”. 

¿Qué sentís que te faltó? 

JP: “Me faltó estar más focalizado en lo que a mi respecta que es la profesionalidad de lo que yo hago. Para resumirlo: pensé mucho en el futuro y me olvidé del presente. Y eso, creo, es algo que a mí me deja una enseñanza terrible. Pensé mucho en el futuro porque yo creo que hay muchos jugadores en Pergamino que tienen posibilidad de poder jugar. De hecho, muchos han jugado conmigo, y muchos han crecido, porque hoy hay jugadores que no son iguales a hace tres años atrás, y hoy pueden vivir de esto, o pueden tratar de vivir del básquet. Entonces, creo que me faltó ser más entrenador profesional. Pero no porque no lo sea, sino porque me metí, a lo mejor, en el laburo del jefe de equipo porque no lo sabía, en el laburo del utilero porque no lo sabía, en el laburo de las giras porque no sabían cómo hacer muchas veces. Y traté siempre de que las cosas salgan de la mejor manera, sin darme cuenta que eso a mí me desgastó para poder después estar en la cancha con la cabeza limpia. Uno tiene que saber que el trabajo del entrenador son 24 por 7, todo el tiempo; y que encima cuando vos llegás a la cancha tenés que tener la cabeza limpia para poder tomar buenas decisiones. Si vos te metés en un montón de cosas pensando en el futuro, porque acá, porque en el estadio, porque los jugadores, porque el proyecto, dejás de tener la cabeza limpia en el equipo. Pensé mucho en el futuro… fue la segunda vez que me pasó, porque la primera vez me pasó en San Isidro. Yo llegué con un contrato de 4 años pensando en el cuarto año. Y cuando me voy, mi representante me dice: ´lo que pasa es que vos pensaste en los 4 años y no pensaste en este momento´. Y ahora es exactamente igual. Para mí es tocar fondo. Tengo que decir, si mi fuente de ingreso es el básquet y ser entrenador profesional, y me preparé y luché mucho para estar donde estoy, que me pase esto no me gusta. Lo tomo como un aprendizaje y para pegar un salto en mi carrera”.

¿Qué pensas que dejaste para Pergamino Básquet?

JP: “La verdad que no creo que haya dejado mucho porque no tuvo mucha repercusión mi salida. Eso es algo que a mí me duele, no me molesta, pero sí me duele. Porque después de tres años y un poquito, ni un medio, salvo vos hoy que me estás haciendo una nota después de 15 días, me llamó para pedirme una nota. No estoy diciendo que porque un medio no te llame no dejaste nada, pero creo que hay muchas cosas que se visualizan a través de los medios, de lo que la gente lee y consume. Entonces, me suena raro que no me haya llamado nadie. Sentí como que mi paso fue en vano. Eso para afuera. Para mí, para adentro, tengo relación con todos los jugadores jóvenes que hay en la ciudad, con las familias. Y eso para mí es fundamental. Del equipo profesional, salvo un solo jugador que no me mandó ningún mensaje, después todos me mandaron mensajes, todos me agradecieron. Que no es lo que yo quiero, pero sí está bueno porque es un poco lo que te retroalimenta. Creo que traté de dejar una impronta en el básquet de Pergamino con mi forma de ver el juego. Y también creo que hubo bastantes personas que estuvieron al lado mío, tomando un rol importante, que no me supieron cuidar para que yo a lo mejor no llegue al lugar donde llegué con la decisión. Y que cuando la cosa se puso un poco gris, lo que más hicieron fue irse. También es aprendizaje de relaciones y a cuánto le das a uno y cuánto le das a otro. No tengo rencor con nadie, pero sí tengo mucho aprendizaje de todo lo que me pasó”. 

Pese a todas estas situaciones elegís quedarte a vivir, como proyecto familiar, en Pergamino. 

JP: “A mi mujer y a mis hijos les encanta Pergamino. La pasan muy bien. Estamos cerca de Venado Tuerto, de Junín, de Buenos Aires, estamos cerca de todo.  Y también es un salto de calidad en mi carrera porque yo hoy, después del año que trabajé en Boca, y vivíamos en Junín, va a ser la primera vez que voy a empezar a salir solo. Con todo esto que te cuento que me está pasando, hoy vuelvo a ser entrenador profesional con todas las letras. O sea, mañana viene un equipo a buscarme y tengo que volver solito para irme solo, y mi familia se va a quedar acá, simplemente porque la ciudad es linda, hay mucha buena gente, que a nosotros nos ayudaron mucho. Vuelvo a repetir que los dirigentes de Pergamino Básquet yo me tengo que sacar el sombrero con ellos porque fueron excepcionales conmigo, en todo aspecto. Sé que acá hay buena gente”.  

¿Para dónde va el destino de Julián Pagura?

JP: “Lo que tengo en claro es que quiero ser entrenador. Teng un montón de aristas que por ahí no tiene otro entrenador, yo sé que puedo hacer un montón de cosas que tienen que ver con la formación que tengo: desde asesorar a entrenadores, hacer un campus, una clínica, pero lo que más me gusta es dirigir a un equipo, estar empapado con eso. Lo que apunto en esta etapa mía nueva de estar buscando es volver a ser un entrenador profesional con todas las letras. Voy a aportar todo lo que pueda al básquet de Pergamino. Tengo ofertas de acá, de otros lugares, pero no quiero apurarme en tomar una decisión”. 

Por último, Julián. ¿Es un hasta pronto o es un hasta luego? 

JP: “Para mi se cierra un ciclo, no voy a pensar a futuro porque no sé lo que puede pasar. Sí lo que se es que cuando me necesiten voy a estar, para lo que sea. Es difícil, por ahí me pasó en Ciclista también, que cuando uno abarca un montón de situaciones y es positivo en muchas cosas para la institución, es cuando el otro te llama…me pasa con Ciclista, el otro cree que sos la misma persona cuando viniste, y en realidad no va a ser así. No diría un hasta luego, diría un chau, y en el próximo episodio veremos cómo esté cada uno. Seguramente a mi me van a encontrar mucho más pensando en mi que en los demás, siendo más bueno en mi labor de entrenador que lo que fui en esta última temporada”.