Masoud Pezeshkian, el presidente iraní, amenazó ayer a Israel con una respuesta “todavía más devastadora” a sus ataques, y descartó el cese del programa nuclear de su país. “Nuestra respuesta a la continua agresión del régimen sionista será todavía más devastadora”, advirtió Pezeshkian.
Israel aseguró que la “campaña” militar contra Irán será “larga” y su canciller, Gideon Saar, consideró que la guerra “retrasó al menos dos o tres años” el desarrollo de una bomba atómica en Irán.
El ejército israelí anunció que había matado a tres altos responsables de los Guardianes de la Revolución: Said Izadi, un comandante de este ejército ideológico que estaba a cargo de la coordinación con “la organización terrorista Hamás”, y otros dos comandantes. En otros ataques israelíes, murieron cuatro combatientes de los Guardianes, en Tabriz (noroeste), y cinco militares en el oeste de Irán, según agencias locales.
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