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Sánchez cercado por un escándalo de corrupción
COMPLICADO MOMENTO POLÍTICO

Sánchez cercado por un escándalo de corrupción

El presidente de España intenta resistir.

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El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, afectado por un escándalo de corrupción de dos colaboradores, respondió ayer a las demandas de dimisión de la oposición desafiándola a plantear una moción de censura. 

“Que presenten una moción de censura y le digan al Parlamento y a los ciudadanos y ciudadanas qué modelo de país quieren para España”, dijo Sánchez en conferencia de prensa, dirigiéndose al Partido Popular (PP), conservador y primera formación de la oposición, y al partido de extrema derecha Vox, que no suman mayoría en el Congreso. 

Sánchez compareció ante los periodistas tras una larga reunión de su partido para realizar cambios después de un informe policial apuntando al número tres del partido, Santos Cerdán, de cobrar coimas a cambio de contratos públicos. El informe señalaba asimismo al exministro y antigua mano derecha de Sánchez, José Luis Ábalos, y al cercano asesor de este, Koldo García. Cerdán dimitió el viernes pasado como secretario de organización del PSOE y ayer como diputado, mientras que Ábalos fue expulsado definitivamente del partido ayer. 

Ambos jugaron un papel destacado a la hora de impulsar a Sánchez al liderazgo del PSOE en 2017, y este pidió “perdón” la semana pasada por el escándalo. 

El presidente del Gobierno defendió la respuesta rápida de su partido, y volvió a descartar dimitir o adelantar elecciones. 

“El Partido Socialista Obrero Español es una organización limpia, limpia”, dijo Sánchez, de 53 años. “No vamos a tapar la corrupción que surja en nuestras filas, por muy dolorosa que sea”. 

Sánchez y los socialistas gobiernan en minoría con el apoyo de varias formaciones de extrema izquierda y nacionalistas catalanas y vascas, con las que pautó encuentros para darles explicaciones. 

La primera de estas reuniones fue ayer mismo con Yolanda Díaz, líder de la formación de extrema izquierda Sumar, que gobierna con los socialistas, y vicepresidenta tercera, que le exigió a Sánchez, según explicó a la prensa, “la limpieza absoluta de todos los rincones” del PSOE implicados en el escándalo. 

“Lo que ha pasado es muy grave, rompe la confianza”, añadió. 

El portavoz del Partido Popular, Borja Sémper, compareció después de Sánchez ante la prensa para pedirle que dimita y convoque a elecciones anticipadas. 

Sánchez, que gobierna desde 2018, atraviesa su momento de mayor debilidad y tiene otros frentes judiciales abiertos. 

Su esposa, Begoña Gómez, es investigada por presunta corrupción y tráfico de influencias; su hermano, David Sánchez, será juzgado por presunto tráfico de influencias por su contratación en una institución pública; y el fiscal general Álvaro García Ortiz, nombrado por el gobierno, está a un paso de sentarse en el banquillo por filtrar documentos judiciales contra la oposición. 

Principales casos judiciales 

Considerado durante mucho tiempo como el brazo derecho de Pedro Sánchez, el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, que fue cesado de sus funciones en julio de 2021, está siendo investigado en un caso de presunta corrupción y desvío de fondos, junto a un antiguo asesor suyo, Koldo García. 

La Justicia trata de determinar si Ábalos participó en la presunta contratación irregular de mascarillas y material sanitario durante la pandemia de Covid-19, recibiendo comisiones ilegales del empresario Víctor de Aldama, junto a Koldo García. 

Esta investigación, que también indaga en posibles adjudicaciones irregulares de contratos públicos, sumó un potente capítulo el jueves pasado al salpicar al número tres del partido socialista (PSOE), Santos Cerdán. 

Muy cercano también a Sánchez, Cerdán renunció a sus cargos en la formación, así como a su banca de diputado, después de que un juez del Tribunal Supremo revelara un informe policial que muestra “consistentes indicios acerca de la posible participación” del socialista “en una adjudicación indebida” de contratos públicos a cambio de dinero. 

En tanto, la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, está siendo investigada por presunta corrupción y tráfico de influencias en una causa abierta el año pasado tras las denuncias presentadas por dos asociaciones cercanas a la extrema derecha. 

La Justicia investiga si Gómez se aprovechó de ser la esposa de Sánchez para conseguir dirigir en la Universidad Complutense de Madrid un máster y obtener financiación privada para el mismo. 

Se examina también si, a cambio de esta financiación para su curso, ayudó a un empresario a conseguir acceso privilegiado a ofertas públicas. 

Gómez comparó dos veces ante el juez, la primera en julio de 2024, cuando ejerció su derecho a guardar silencio, y luego en diciembre, cuando aceptó responder únicamente a las preguntas de su abogado y negó cualquier irregularidad.

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