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Ucrania y Gaza, los escollos insalvables para las aspiraciones de Trump
COLUMNA 221

Ucrania y Gaza, los escollos insalvables para las aspiraciones de Trump

La paz no llega y los esfuerzos de la administración norteamericana se diluyen.

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Aspirante al Premio Nóbel de la Paz, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ve su aspiración difuminarse en función de los resultados de los conflictos internacionales sobre los que decidió intervenir en la búsqueda del preciado galardón.

Tanto en Ucrania como en el Medio Oriente la “anhelada” paz no llega y los esfuerzos de la administración norteamericana, por tanto, se diluyen.

Trump imaginó al Nobel de la Paz como resultado de la descarada presión sobre el presidente ucraniano Volodymyr Zelenski. O si el apoyo al gobierno israelí de Benjamín Netanyahu hubiese logrado la rendición del Hamás.

No fue así. Más vale lo contrario. Ni Zelenski se asustó. Ni los terroristas del Hamás dejaron de combatir. Y Trump aparece hoy como alguien manipulado por el autócrata ruso Vladimir Putin.

En Medio Oriente, la administración Trump frena cualquier esfuerzo internacional por intentar poner fin a la matanza. Puede que las cifras de fallecidos suministradas por el Hamás estén infladas, pero del lado israelí nadie las desmiente.

En todo caso, nadie va a premiar con el Nobel a quien pretende despoblar Gaza, construir una región “resort” y para ello permite que el primer ministro israelí destruya el enclave a fin de ocuparlo militarmente.

Tal vez porque comienza a tomar conciencia de su fracaso en ambos terrenos, Trump se dedicó a otros menesteres, menos complejos y más redituables en términos de votos aunque nada espectaculares, por cierto.

Se ocupó de la migración y se ocupó de los aranceles. En materia de migración, la novedad de la semana fueron las “prohibiciones”. Negativa de visas para estudiantes extranjeros que pretenden cursar en la Universidad de Harvard.

Y negativa de entrada al país para ciudadanos de 12 países junto a restricciones para ciudadanos de otro siete. Entre los primeros, Afganistán, Birmania, Chad, Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Entre los segundos, Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.

Sobre aranceles, fue la elevación de 25 a 50 por ciento, el guarismo de protección frente al acero y al aluminio importado de otros países. Fue más prudente que con las anteriores subas generalizadas sobre las que dio marcha atrás. Habrá que ver el saldo sobre la economía.

Mientras tanto, problema para Canadá, Brasil y México, los principales exportadores de acero y aluminio a Estados Unidos. Como sea ni negación de visas, ni proteccionismo en materia de comercio, otorgan el Nobel de la Paz.

De su lado, el gobierno israelí está en un marasmo. Destruyo Gaza, sumó muertos por doquier pero no logró ninguno de sus objetivos, al menos de momento. Ni el Hamás fue vencido, ni el Gran Israel fue alcanzado, ni los rehenes o sus despojos fueron liberados o recuperados.

Que los rehenes restantes no hayan sido liberados es una muestra de la vigencia del maltrecho Hamás. Es más, pese a toda la destrucción que asola Gaza, el Ejército israelí no logró liberar por vía militar a ningún rehén.

Mientras tanto quien gana tiempo es Irán en su diálogo con los Estados Unidos. Es casi una tomadura de pelo: Irán ofrece la “promesa” de la no utilización militar de su tecnología nuclear a cambio de la continuidad del enriquecimiento de uranio.

Con las tratativas, Irán evita de momento un posible ataque israelí contra sus instalaciones nucleares. Tras la masacre del Hamás de octubre de 2023, queda claro que cualquier solución no negociada pasa por vencer militarmente a la teocracia iraní. Netanyahu lo sabe bien.

Elecciones

Después de varios meses de convulsión política, Corea del Sur retoma su normalidad con la elección presidencial del centrista Lee Jae-myung.

En diciembre de 2024, el entonces presidente Yoon Suk-yeol decretó la ley marcial y suspendió las garantías constitucionales. La resistencia del Congreso y la muy lenta actuación de parte del Poder Judicial prolongaron la crisis hasta la asunción de Lee.

¿Quién es Lee? Es un ex obrero, convertido en abogado, de 60 años de edad, que desempeñó un rol preponderante en el voto de urgencia del parlamento para hacer fracasar el golpe de Estado. En 2024, un ataque contra su persona lo colocó al borde de la muerte.

Si la democracia liberal triunfó en Corea del Sur, fracasó por muy poco en Polonia. Allí, la segunda vuelta presidencial dio ganador al historiador nacionalista conservador Karol Nawrocki con el 51 por ciento de los sufragios, localizados de preferencia en zona rural, pequeñas ciudades y entre …los jóvenes.

Polonia comienza una etapa de turbulencia política. Los observadores ven como muy problemática la cohabitación de Nawrocki con el primer ministro centrista Donald Tusk. En el plano internacional, no es un triunfo para Putin, sino una victoria de Trump.

Como para no ocultar sus preferencias, Trump recibió a Nawrocki en plena campaña electoral. Un avance limitado -en Polonia, el presidente no gobierna, aunque cuenta con poder de veto- pero avance al fin para la extrema derecha soberanista en el continente.

Un problema además para el tándem francoalemán Macron-Merz que contaban con Tusk para convalidar la calidad de potencia de Europa frente a China y Estados Unidos. Hoy, Tusk debe prestar más atención a la política polaca que a la europea. El voto de confianza solicitado por Tusk al Parlamento es prueba de ello.

En todo caso, la extrema derecha europea tendrá una oportunidad de consolidarse cuando el 29 de octubre de 2025 se lleven a cabo las elecciones anticipadas en los Países Bajos.

Fue precisamente quién provocó la caída del gobierno con el retiro del Partido para la Libertad (PPL) de la coalición. Pero no se trata de siglas sino de nombre y apellido. De Geert Wilders.

Wilders pretendió que los restantes tres partidos del gobierno aceptaran su plan extremista sobre inmigración, con movilización de tropas a las fronteras, incluidas. Todos indignados. Todos haciéndose los sorprendidos.

El “atropello” de Wilders demuestra la fragilidad de los gobiernos que incluyen a la extrema derecha en sus coaliciones. Es que, para las extremas derechas, las elecciones son solo un escalón para el poder total.

Demografía

Siempre las elecciones son importantes, pero otros problemas -estructurales, por cierto- afectan a los países desarrollados del Lejano Oriente y del Sudeste asiático.

Primero fue China que debió abandonar la política del hijo único. Ahora es el turno de Japón y Vietnam. Hace décadas que la población japonesa se mantiene estable, con tendencia a la disminución, en alrededor de poco más de 120 millones de habitantes.

Pero, más allá de la cantidad total, la preocupación radica en la caída de los nacimientos. Por primera vez, el archipiélago no alcanzó los 700 mil nacimientos anuales. El total del 2024 fue de 686.061.

El primer ministro japonés Shigeru Ishiba comprometió medidas para revertir la tendencia, como incentivos para las familias y mayor flexibilidad en los horarios laborales. Nada nuevo y nada que lleve, en principio, a buen resultado.

Fue China el país que decidió poner fin, en primer término, al control de la natalidad con aquel tímido levantamiento de la prohibición de procrear más de un hijo por pareja. Ahora, es el turno de Vietnam.

Como en Japón, en el país del sudeste asiático, la tasa de natalidad quedó reducida a un nivel que no asegura la renovación completa de la población. Debería ser de 2,1 nacimiento por mujer adulta y es de solo el 1,91.

Envejecimiento y baja natalidad conforman cambios profundos en la estructura poblacional, particularmente en el mundo desarrollado. Problemas que cuesta interpretar sin alterar los equilibrios en el seno de una sociedad.

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