“Discutir con Rusia, es como golpearse la cabeza contra un muro”, dice Daryna, estudiante ucraniana, expresando el escepticismo que reina en Kiev tras la llamada entre Vladimir Putin y Donald Trump, quien ha descartado cualquier presión suplementaria al gobierno ruso.
Aunque Trump, que desea el fin rápido de la guerra entre Ucrania y Rusia, se mostró positivo tras esta llamada de cerca de dos horas el lunes, su conversación no generó avances importantes. “Nada cambió”, constató Vitali, ingeniero de 53 años, consultado en el centro de Kiev, más de tres años después del inicio de la invasión rusa, que provocó decenas de miles de muertos. Vitali no tiene tampoco ninguna esperanza en Trump y considera que sus promesas de poner fin rápidamente a la guerra “solo fueron consignas de campaña” electoral. Pero sí apoya la idea de negociar directamente con Rusia. “Tal vez eso facilitaría cesar el baño de sangre y después se pueden arreglar las cosas por vía diplomática”, agrega Vitali, quien dice que “muchos amigos murieron en el frente”.
Durante la conversación entre Trump y Putin, el presidente ruso rechazó de nuevo el cese el fuego reclamado por Ucrania y sus aliados, pero aseguró estar dispuesto a trabajar en un “memorándum” con Ucrania, etapa previa según él antes de un “posible tratado de paz”. Pese a la falta de avances concretos, el presidente de EE.UU. se congratuló por los “avances logrados” y anunció que ambos países beligerantes “iniciarían inmediatamente negociaciones con miras” a una tregua.
Su deseo de normalizar las relaciones con Rusia desde su regreso a la Casa Blanca en enero ya había molestado a los ucranianos, que están perdiendo cada vez más la confianza en Washington, principal aliado de Kiev desde el inicio de la guerra. “No veo que se acerque la paz”, comenta Victoria Kiseliova, maestra jubilada, que dice no tener “ninguna” confianza en Trump y constata que Rusia y Putin “son muy agresivos”. “Con quienes cuento ahora, es con los dirigentes europeos”, agregó.
Cita al presidente francés Emmanuel Macron, que “está muy activo en este momento” o al nuevo papa León XIV, que “es también muy positivo” e “inteligente”. “En ellos tengo esperanza”, añade.
Victoria Kiseliova también es favorable a las negociaciones directas Vladimir Putin y el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. “Putin tiene miedo. Nos tiene miedo, le tiene miedo a Zelenski”, añade, y confía en la victoria de Ucrania, tarde o temprano. Putin declinó viajar a Turquía la semana pasada, tras la invitación de Zelenski para negociaciones directas entre rusos y ucranianos en Estambul, que no se tradujeron en resultados importantes, salvo la promesa de intercambiar presos.
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