Asesores del presidente Donald Trump aseguraron ayer que más de 50 países afectados por los nuevos aranceles han tratado de comunicarse para comenzar negociaciones sobre los amplios impuestos a las importaciones que sacudieron los mercados financieros, aumentaron los temores de una recesión y trastornaron el sistema comercial global.
Las tasas más altas comenzarán a cobrarse a partir de este miércoles, marcando el inicio de una nueva era de incertidumbre económica sin un final claro a la vista. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que las prácticas comerciales desleales no son “el tipo de cosas que se pueden negociar en días o semanas”. Estados Unidos, indicó, debe ver “lo que los países ofrecen y si es creíble”.
Trump, quien pasó el fin de semana en Florida jugando al golf, publicó en línea que “ganaremos, manténganse firmes, no será fácil”. Sus miembros del gabinete y asesores económicos estuvieron activos ayer defendiendo los aranceles y minimizando las consecuencias para la economía global.
“No tiene que haber una recesión. ¿Quién sabe cómo va a reaccionar el mercado en un día, en una semana?” expresó Bessent.
“Lo que estamos buscando es construir los fundamentos económicos a largo plazo para la prosperidad”.
La ofensiva arancelaria de Trump cumplió una promesa clave de campaña al actuar sin el Congreso para rediseñar las reglas del comercio global. Fue un movimiento que Trump llevaba décadas planeando, ya que ha denunciado durante mucho tiempo los acuerdos comerciales extranjeros como injustos para Estados Unidos. Está apostando a que los votantes estarán dispuestos a soportar precios más altos en artículos cotidianos para implementar su visión económica.
Los países están luchando por responder a los aranceles, con China y otros tomando represalias rápidamente.
El principal asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, reconoció que otros países están “enojados y tomando medidas en nuestra contra”, pero agregó que también “por cierto, están acercándose a la mesa” para negociar.
Citó a la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos al informar que más de 50 naciones se habían comunicado con la Casa Blanca para comenzar conversaciones.
Sumando caos, los nuevos aranceles están afectando tanto a aliados como a adversarios, incluyendo a Israel, que enfrenta un arancel del 17%, y a Argentina, a quien se le aplica un impuesto del 10%.
Otro aliado estadounidense, Vietnam, un importante centro de fabricación de ropa, también ha estado en contacto con la administración sobre los aranceles.
Trump señaló que el líder de Vietnam expresó en una llamada telefónica que su país “quiere reducir sus aranceles a cero si pueden llegar a un acuerdo con Estados Unidos”. Y la primera ministra italiana Giorgia Meloni sostuvo que no está de acuerdo con la medida de Trump, pero está “lista para desplegar todas las herramientas -negociadoras y económicas- necesarias para apoyar a nuestras empresas y sectores que puedan ser penalizados”.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, dejó claro que no habrá prórroga para la entrada en vigencia de los aranceles.
Con Netanyahu
Donad Trump recibe hoy al premier israelí, Benjamín Netanyahu, en Washington para hablar de Gaza. Además se prevé que Netanyahu trate de convencer a Trump de retirar su plan de imponer un arancel promedio del 17% a las importaciones provenientes de Israel.
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