El portavoz del gobierno israelí, David Mencer, afirmó ayer que la reanudación de los bombardeos en Gaza, los más intensos desde que comenzó la tregua con Hamás y que han dejado más de 400 muertos, fueron “en total coordinación con Washington”.
“Puedo confirmar que la vuelta a los intensos combates en Gaza ha sido en total coordinación con Washington. Israel ha agradecido al presidente [Donald] Trump y a su administración su inquebrantable apoyo a Israel”, dijo Mencer en rueda de prensa.
Los nuevos ataques sobre Gaza provocaron la condena internacional de varios estados árabes y europeos, así como de Rusia.
El gobierno de Benjamín Netanyahu dijo que no tiene más remedio que reanudar la ofensiva para traer de vuelta a todos los rehenes retenidos en la Franja de Gaza.
Después de 15 meses de guerra entre Israel y Hamás, el 19 de enero entró en vigor la primera fase del acuerdo de tregua, durante la cual se devolvieron 33 rehenes, entre ellos ocho muertos, a cambio de unos 1.800 detenidos palestinos.
Esta primera etapa terminó el 1 de marzo y desde entonces las negociaciones no han progresado, y ambas partes se acusan mutuamente de bloquearlas.
Hamás quiere pasar a la segunda fase del acuerdo, que incluye un alto al fuego permanente, la retirada israelí de Gaza, la reapertura de los pasos para transportar la ayuda y la liberación de los últimos rehenes secuestrados en el ataque del 7 de octubre.
Israel quiere que la primera fase se prorrogue hasta mediados de abril y exige la “desmilitarización total” del territorio y la salida de Hamás para pasar a la segunda etapa. La Casa Blanca indicó que Hamás ha “elegido la guerra” al negarse a liberar a los rehenes.
El Foro de las Familias, la mayor asociación de parientes de rehenes, acusó a Netanyahu de “sacrificar” cautivos al reanudar los ataques .
La incursión de Hamás del 7 de octubre mató a 1.218 personas en Israel, en su mayoría civiles. Los milicianos islamistas también capturaron ese día a 251 personas, de las cuales 58 siguen cautivas en Gaza, entre ellas 34 que según el ejército israelí fallecieron.
Israel, en respuesta, lanzó una ofensiva que ya mató a más de 48.500 personas, también civiles en su mayoría, según datos de Hamás, que la ONU considera fiables.
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