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Preocupación por el crecimiento del antisemitismo
INTERNACIONALES

Preocupación por el crecimiento del antisemitismo

El inmenso valor del testimonio de los sobrevivientes del holocausto y la necesidad de que no sea olvidado.

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“Tenía una idea fija: no puedo morir con 15 años”, cuenta la sobreviviente francesa Esther Senot a un grupo de adolescentes de visita en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, un relato en primera persona que pretende tocar la fibra de las nuevas generaciones.

En esa fría tarde, un centenar de estudiantes de liceo escucharon a esta exdeportada que, a sus 97 años, viajó a Auschwitz para explicar el horror que vivió allí, 80 años después de su liberación por el Ejército Rojo el 27 de enero de 1945.

“Llegué aquí el 2 de septiembre de 1943 (...) Había 18 personas por cama. A las cinco de la mañana, la jefa del bloque nos sacaba a golpes de la habitación. Sacábamos a las que habían muerto durante la noche para que las contaran...”, recuerda.

“Tenía una idea fija: no puedo morir con 15 años”, subraya, recordando que se encontró en el campo con su hermana de 17 años tan demacrada, que ni la reconoció. “Me dijo: ‘No iré mucho más lejos. Vos sos joven, prometeme que si volvés, contarás lo ocurrido, para que la historia no nos olvide”.

 

SÍMBOLO DEL GENOCIDIO

Auschwitz-Birkenau, construido en la Polonia ocupada, es el símbolo del genocidio perpetrado por la Alemania nazi que condujo a la muerte a seis millones de judíos, entre ellos alrededor de un millón en este campo de exterminio entre 1940 y 1945.

Para los adolescentes, que han visto las valijas, la vajilla y el pelo que los deportados dejaron antes de su ejecución, así como los barracones rodeados de alambradas de espino, la cámara de gas y el crematorio, la toma de conciencia es brutal.

“En clase nos dieron cifras, pero ahora nos dimos cuenta de lo que había sufrido la gente”, explica Charlotte, de 16 años, alumna de un liceo de Versalles, cerca de París, donde da cuenta del viaje, junto a 14 compañeros más, una semana después.

El trabajo previo fue largo. Lecturas, visita a la sinagoga y al Memorial de la Shoah en París, testimonios en video, cursos sobre el aumento del antisemitismo en Europa... “Teníamos que prepararlos”, explica Camille de Hillerin, responsable pedagógica del viaje.

Antes de abandonar el oscuro barracón, Esther Senot tiene un mensaje para los jóvenes: “Si nosotros, a nuestra edad, nos tomamos la molestia de advertirlos, es con la esperanza de que no vuelva a ocurrir”.

 

“BORRAR EL RASTRO”

Unos 76.000 judíos, entre ellos más de 11.000 niños, fueron deportados por los nazis con la ayuda del gobierno colaboracionista del mariscal Philippe Pétain en Francia, y asesinados.

Los últimos sobrevivientes con vida en Francia, que acoge a la comunidad judía más grande de Europa, están en la etapa final de sus vidas. Por eso, los jóvenes se convierten así “en testimonios de los testimonios”, asegura el gran rabino de Francia, Haim Korsia, quien organiza estos viajes desde hace más de 20 años.

Para las generaciones nacidas en el siglo XXI, el Holocausto “se convierte en la Historia, como la Antigüedad” y “hay que pensar cómo continuar transmitiéndoles esta historia”, estima Alexandre Borycki, presidente de una asociación memorial del centro de Francia.

En 2021, puso en marcha un proyecto de “investigadores de la memoria” con alumnos de liceo. La idea es encontrar toda la información posible sobre las personas internadas o deportadas desde la estación de tren de Pithiviers, a partir de un nombre, un apellido y una fecha de nacimiento.

Miles de judíos, detenidos en París en julio de 1942, fueron internados en la estación de Pithiviers, desde donde fueron enviados en seis convoyes a Auschwitz. La mayoría no regresó.

La “especie de investigación policial” de los alumnos permite alimentar un archivo parcial. Sobre el convoy 6, por ejemplo, “tenemos una biografía de 350 o 400” de los 928 deportados, explica Borycki.

Pero también da una idea tangible del carácter exterminador del Holocausto. “Cuando no encuentran casi nada, les decimos: ‘Entienden lo que querían hacer los nazis al intentar borrar todo rastro de estas personas’”, agrega.

 

VIDEOS EN TIKTOK

Para llegar a los jóvenes de la generación digital, la directora Sophie Naum decidió publicar su serie de videos cortos “Les Derniers” (“Los últimos”), que recaba el testimonio de los últimos supervivientes del Holocausto con vida, en las redes sociales.

“Los jóvenes leen poco o nada la prensa y miran poco la televisión”, explica. Sin embargo, con “un episodio de 10 minutos o un extracto de 2 minutos en TikTok, verán varios seguidos y aprenderán algo”.

En el ocaso de su vida, el gran temor de los sobrevivientes es que su historia se olvide tras su muerte, máxime cuando transmitir la memoria no es fácil.

En 2023, 140.275 alumnos participaron en actividades organizadas en Francia por el Memorial de la Shoah, que lleva casi 2.000 alumnos de liceo cada año a Auschwitz.

Pero desde el ataque del grupo islamista palestino Hamás el 7 de octubre de 2023 en Israel, que desencadenó la guerra en la Franja de Gaza, se vuelve “cada vez más difícil” encontrar centros educativos interesados, constata Alexandre Borycki.

Pocas veces desde el final de la Segunda Guerra Mundial, se ha registrado un nivel tan elevado de antisemitismo en el mundo y en Francia.

Aunque Sophie Nahum aboga por TikTok, también reconoce los peligros de esta red social, “la más violenta”. El 7 de octubre de 2023 “cambió muchas cosas” y “por estos días ya no hay ningún tabú, (...) se puede desear la muerte de un sobreviviente sin ningún problema. Eso no debe pasar”.

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