noscript
Juró Trump en EE.UU.: “La era dorada comienza ahora”
CAMBIO DE MANDO EN WASHINGTON

Juró Trump en EE.UU.: “La era dorada comienza ahora”

Con un fuerte tono nacionalista, el republicano asumió la Presidencia y prometió “poner fin al declive del país” y “revertir total y completamente” la agenda de Biden.

Compartir

Donald Trump prestó juramento ayer como el 47º presidente de EE .UU., y regresó al poder con la promesa de poner fin al declive del país y “revertir total y completamente” las acciones del hombre que lo expulsó del cargo hace cuatro años, en referencia a su predecesor, el demócrata Joe Biden. 

Trump superó juicios políticos, acusaciones penales y un par de intentos de asesinato para ganar otro mandato en la Casa Blanca, y anticipó que actuaría rápidamente después de la ceremonia. Se prepararon decenas de órdenes ejecutivas para su firma con el fin de restringir los cruces fronterizos, aumentar el desarrollo de combustibles fósiles y poner fin a los programas de diversidad e inclusión en todo el gobierno federal. 

Los decretos del presidente republicano entrante inician el proceso de desarticular la agenda demócrata de Joe Biden, cuyo mandato terminó al mediodía, momentos antes de que Trump tomara juramento. 

En su discurso inaugural, Trump afirmó que el gobierno enfrenta una “crisis de confianza” y que, bajo su administración, “se recuperará nuestra soberanía, se restaurará nuestra seguridad y se equilibrará la balanza de la justicia”.  Trump afirmó que tenía “un mandato para revertir total y completamente una traición horrible”, y prometió “devolverle al pueblo su fe, su riqueza, su democracia y, de hecho, su libertad”. A partir de este momento”, añadió mientras Biden observaba desde la primera fila, “el declive de EE UU ha terminado”. 

“EE.UU. reclamará su lugar que le corresponde como la nación más grande, más poderosa y más respetada de la Tierra, inspirando la admiración del mundo entero”, sentenció Trump en su discurso tras la jura, rodeado de las autoridades y personas más poderosas y ricas de Estados Unidos, entre ellos Elon Musk, dueño de Tesla, SpaceX y la red social X, y que liderará un nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental. 

Este organismo contribuirá a “desmantelar la burocracia gubernamental, reducir el exceso de regulaciones, bajar los gastos innecesarios y reestructurar las agencias federales”, según anticipó Trump. 

El Departamento de Eficiencia Gubernamental será conocido con la abreviatura Doge, indicó Trump, en una aparente referencia a la criptomoneda Dogecoin, que Musk ha apoyado, llamándola “la criptomoneda del pueblo”. Cabe recordar que Musk donó 200 millones de dólares a la campaña de Trump y fue uno de sus principales apoyos públicos de cara a las presidenciales. 

Los decretos son el primer paso en lo que Trump llama “la restauración completa de EE.UU. y la revolución del sentido común”. 

Otros objetivos que se propone lograr el mandatario republicano resultarán más difíciles de alcanzar y tal vez pongan a prueba la paciencia de los partidarios a quienes se les prometió un éxito rápido. Trump ha hablado de bajar los precios después de años de inflación, pero sus planes de imponer aranceles a las importaciones de países extranjeros podrían tener el efecto contrario. 

Al inicio y al final de su discurso, el Presidente remarcó que con su llegada al poder comienza una “era dorada” para EE.UU., algo que supo destacar en otros momentos con sinónimos como la “restauración de América”. 

 

“El futuro es nuestro” 

“Nos alzaremos valientes, viviremos orgullosos y soñaremos a lo grande, y nada se va a poner en nuestro camino porque somos estadounidenses. El futuro es nuestro. Nuestra edad dorada ha comenzado”, aseguró al cierre de 30 minutos de alocución rodeado de su esposa, Melania, su familia y con la presencia en un lugar preponderante de Elon Musk, a quien las cámaras de TV no dejaban de mostrar. 

El clima gélido alteró el espectáculo del día. La juramentación de Trump se trasladó al interior de la Rotonda del Capitolio (la primera vez que esto sucede en 40 años ) y el desfile inaugural fue reemplazado por un evento en un estadio del centro de la ciudad. Los partidarios de Trump que llegaron a la ciudad para ver la ceremonia fuera del Capitolio desde el National Mall tuvieron que buscar otros lugares para ver las celebraciones. 

Tras la investidura, la comida junto a miembros del Congreso tuvo lugar en el Statuary Hall del Capitolio, con un menú protagonizado por un pastel de cangrejo de la bahía de Chesapeake y un filete de ternera Angus maridados con vinos del país.

Etiquetas
logo
Comentarios