Avance jihadista en Siria
Fuerzas insurgentes entraron el viernes en Aleppo, la segunda ciudad más grande del país, tras una ofensiva relámpago contra las fuerzas del régimen de Bashar Al-Assad
Fuerzas jihadistas y de milicias insurgentes aliadas entraron este viernes en Aleppo, la segunda ciudad más grande de Siria, tras una ofensiva relámpago contra las fuerzas del régimen de Bashar Al-Assad respaldado por Irán y Rusia. También habrían tomado el control de la ciudad de Saraqeb, también en la gobernación de Idlib.
La ofensiva provocó los combates más violentos desde 2020 en el noroeste de Siria, con más de 250 muertos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). Los residentes huían de los barrios aledaños a la ciudad debido a los misiles y los disparos, según testigos en Aleppo.
El gobierno de Salvación Nacional, las autoridades paralelas ‘de facto’ instauradas en 2017 en la provincia siria de Idlib a propuesta del grupo jihadista armado Hayat Tahrir al Sham (HTS), afirmó este viernes que la ofensiva rebelde busca “liberar al pueblo sirio de la esclavitud”.”La revolución siria nunca ha sido contra ningún país o pueblo, incluida Rusia, ni es parte en lo que está sucediendo en la guerra ruso-ucraniana. Más bien, es una revolución que se lanzó para liberar al pueblo sirio de la esclavitud y la humillación”, señaló en un comunicado con respecto a la ofensiva.
Así, hizo un llamamiento a Rusia para que se desvincule de los intereses del régimen de Al Assad, a quien acusan de perpetrar un “derramamiento de sangre” continuo e incentivar una “máquina criminal brutal” contra el pueblo sirio.
Entre los muertos figuran al menos 24 civiles, la mayoría muertos en bombardeos rusos, según la OSDH con sede en Gran Bretaña pero que cuenta con una red de informantes en el terreno. El avance de los insurgentes sobre Aleppo es parte de una ofensiva relámpago que lanzaron el miércoles, cuando miles de combatientes arrasaron aldeas y pueblos en la zona rural del noroeste de Siria, el mismo día en que entró en vigor un frágil alto el fuego en el vecino Líbano entre Israel y el grupo terrorista Hezbollah, respaldado por Irán.
Los jihadistas y sus aliados ya se habían hecho el viernes con el control de más de 50 localidades del norte de Siria, de acuerdo al OSDH, lo que representa la mayor pérdida de territorio del régimen de Asad en varios años.
Según el OSDH y varios testigos, terroristas de la organización jihadista HTS y grupos aliados, algunos cercanos a Turquía, lograron ingresar a Aleppo, la segunda del país, con dos millones de habitantes. Es la primera vez que la ciudad es atacada por fuerzas de oposición desde 2016, cuando fueron expulsadas de los barrios orientales de Aleppo después de una agotadora campaña militar en la que las fuerzas del gobierno sirio fueron respaldadas por Rusia, Irán y sus grupos aliados.