Tras haber pasado décadas a la sombra de Hasán Nasralá, el veterano de Hezbolá Naim Qasem, de 71 años, asumió el liderazgo del movimiento libanés proiraní que contribuyó a fundar, en pleno conflicto con Israel.
La trayectoria de este hombre de barba blanca y turbante blanco del clero chiita está estrechamente ligada a la de Hasán Nasralá, asesinado el 27 de septiembre en un ataque israelí en los suburbios del sur de Beirut.
Naim Qasem fue uno de los fundadores de Hezbolá en 1982, un grupo islamista creado a instancias de Irán tras la invasión israelí de Líbano.
En 1991, se convirtió en secretario general adjunto de Hezbolá, un año después del fin de la guerra civil en Líbano (1975- 1990) y antes de que Hasán Nasralá tomara las riendas del movimiento en 1992.
Ambos gestionaron desde entonces codo con codo una organización armada cuya influencia creció considerablemente cada década, hasta convertirse en un actor clave en la geopolítica.
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