El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) del canciller Olaf Scholz se impuso este domingo en las elecciones de Brandeburgo, Estado federado que envuelve Berlín y en el que los socialdemócratas gobiernan desde la reunificación del país en 1990, por un estrecho margen y pese al empuje de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
Según los primeros datos oficiales del recuento, el SPD se hizo con el 31,2% de los votos, con la AfD pisándole los talones (29,8 %) y por delante de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de corte izquierdista y que, recién irrumpida en política, se situó en el 12,1%.
Detrás quedaron los democristianos (CDU) con el 11,8% y los Verdes con un raspado 5%.
El primer ministro de Brandeburgo, Dietmar Woidke (en el centro de la foto), celebró una remontada que a muchos parecía imposible a principios de verano, cuando las encuestas atribuían al SPD un 19 %, muy por debajo de una AfD a la que se veía entonces con uno de cada cuatro votos.
“Nuestro objetivo fue evitar desde el principio que nuestra región recibiera una mancha marrón”, dijo Woidke en el acto de la velada electoral organizado por el SPD en el antiguo edificio de correos de Potsdam, la capital de Brandeburgo, al aludir al color que se atribuye despectivamente a la ultraderecha.
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