Telegram: un “arma de guerra” para Rusia
Moscú teme que su CEO detenido en Francia, el franco-ruso Pavel Durov, entregue las claves de cifrado de la app, la más usada por las tropas rusas, a Occidente
La detención del multimillonario franco-ruso Pavel Durov en Francia atrae la atención mundial sobre la importancia de su aplicación de mensajería Telegram para las tropas y propagandistas rusos, cuando la ofensiva de Rusia en Ucrania enfrenta su tercer año.
Desde que Rusia invadió Ucrania en 2022, Telegram, que cuenta con más de 900 millones de usuarios activos, se ha convertido en una plataforma crucial para los blogueros proguerra para justificar la ofensiva y difundir desinformación en Ucrania y Occidente.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, también publica su discurso nocturno diario en este servicio de mensajería cifrada, aunque para Kiev la aplicación parece carecer de la misma importancia militar.
Los observadores dicen que, a falta de un sistema moderno de gestión del campo de batalla, las tropas rusas también han llegado a depender de Telegram en sus operaciones diarias como la transferencia de inteligencia o el guiado de misiles.
EL KREMLIN, “ATERRORIZADO”
El arresto en Francia del jefe de Telegram, de origen ruso, conmocionó a las autoridades de Rusia y a los propagandistas de la guerra, que temen que Durov entregue las claves de cifrado a los servicios de inteligencia occidentales.
“Están aterrorizados”, dice Ivan Filippov, experto en la propaganda de Moscú, refiriéndose a influyentes blogueros proguerra con decenas de millas de seguidores. “Sería un desastre absoluto” para Rusia si la inteligencia occidental consigue las claves, agrega.
Autoproclamado libertario, Durov ha defendido la confidencialidad en internet y rechaza cualquier tipo de moderación de su plataforma. Moscú intentó bloquear Telegram en 2018, pero abandonó esos esfuerzos dos años después.
Para el bloguero proguerra Andrei Medvedev, Telegram surgió como el “principal mensajero” de la invasión de Rusia contra Ucrania, como “una alternativa a las comunicaciones militares clasificadas”.
Según Alexei Rogozin, director del Centro para el Desarrollo de Tecnologías de Transporte en Moscú, muchos bromeaban con que la detención de Durov equivalía a “la detención del jefe de comunicaciones de las fuerzas armadas” rusas.
“La transferencia de inteligencia, la corrección del rumbo de la artillería, la transmisión de vídeo desde los helicópteros y muchas otras cosas se llevan a cabo, de hecho, a menudo con la ayuda de Telegram”, asegura Rogozin.
“ANCLADO EN EL PASADO”
Mijailo Samus, director de la Red de Investigación sobre Nueva Geopolítica, un centro de reflexión con sede en Kiev, afirmó que, aunque Rusia dispone de sistemas de mando y control, “no son eficaces en el campo de batalla”.
“El ejército ruso está anclado en el pasado”, explica. Samus señala que el ejército ucraniano ha confiado con éxito en Delta, un sistema de gestión del campo de batalla desarrollado por los ucranianos en colaboración con la OTAN.
Aunque los observadores militares no esperan que la detención de Durov tenga repercusiones inmediatas en la guerra de Rusia en Ucrania, podría estimular el desarrollo de sistemas alternativos de comunicaciones cifradas en Rusia.
Medvedev afirma que ahora es “vital” para el ejército ruso crear su propio sistema de mensajería militar, ya que “es difícil predecir cuánto tiempo Telegram seguirá siendo” como hasta ahora.
“ARMA DE GUERRA”
Francia emitió una orden de detención contra Durov en el marco de una investigación por presuntos delitos de fraude, narcotráfico, ciberacoso, delincuencia organizada y promoción del terrorismo, y lo acusa de inacción para frenar el uso delictivo de Telegram.
El Kremlin declaró ayer que los cargos son “muy graves” y advirtió a Francia que no intenta “intimidar” a Durov.
El equipo y los partidarios del fallecido líder opositor ruso Alexéi Navalny también usan activamente Telegram, y el arresto de Durov dividió a la oposición al Kremlin.
Muchos críticos del Kremlin calificaron las acciones de Francia de asalto a la libertad de expresión, mientras que otros dijeron que Telegram debería ser más responsable.
El periodista búlgaro Christo Grozev, que ha investigado sobre los servicios de inteligencia rusos, dijo que estos utilizaron Telegram para reclutar a saboteadores y tramar “actos terroristas”.