El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ordenó que un submarino con misiles guiados se dirija a Medio Oriente e indicó al grupo de ataque del portaaviones Abraham Lincoln que navegue más deprisa a la zona.
Austin habló con el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, y reiteró el compromiso estadounidense de “tomar cualquier medida posible para defender Israel y señaló al refuerzo de la posición de fuerza militar de Estados Unidos en todo Medio Oriente a la vista de las crecientes tensiones regionales”, indicó el mayor general Pat Ryder, secretario de prensa del Pentágono.
El ejército estadounidense ya había anunciado que desplegaría más aviones de combate y buques de guerra en Medio Oriente para reforzar las defensas israelíes. El Lincoln, que estaba en Asia-Pacífico, ya tenía orden de dirigirse a la región para sustituir al grupo de ataque del USS Theodore Roosevelt, que tiene previsto comenzar el viaje de regreso desde Medio Oriente. Austin dijo la semana pasada que el Lincoln llegaría a la zona del Comando Central para final de mes.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los gobernantes de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido pidieron este lunes a Irán que “renuncie” a sus amenazas de atacar a Israel en un comunicado conjunto, en momentos en los que la Casa Blanca advirtió sobre un posible e “importante” ataque de Teherán y sus aliados contra Israel tras el asesinato de altos cargos de Hamas y Hezbollah.
“Instamos a Irán a renunciar a sus continuas amenazas de un ataque militar contra Israel y discutimos las serias consecuencias para la seguridad regional que podría haber si eso ocurre”, señalaron los dirigentes en la nota publicada después de una conversación telefónica conjunta.
Estados Unidos considera que Irán podría lanzar “una serie de ataques” importantes contra Israel esta semana.
“Debemos estar preparados para lo que puede ser una serie de ataques significativos”, dijo el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. “Compartimos las mismas preocupaciones y expectativas que tienen nuestras contrapartes israelíes sobre los potenciales plazos, podría ser esta semana”.
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