Tras días de debates y en medio de multitudinarias protestas, el parlamento de Georgia aprobó la polémica ley de ‘agentes extranjeros’, este martes.
El proyecto pasa ahora a la presidenta Salomé Zourabichvili, que ya ha señalado que lo vetará. Sin embargo, su decisión puede ser anulada mediante otra votación en el Legislativo, controlado por el partido gobernante y sus aliados.
La iniciativa fue aprobada en tercera lectura tras una intensa jornada. Con empujones y gestos de enfado, los parlamentarios oficialistas y de oposición debatieron el proyecto de ley. Desde las primeras horas de la mañana, frente al Parlamento se agruparon cerca de 1.000 manifestantes en contra de la medida, rodeados por una amplia presencia de policías antidisturbios con cañones de agua a disposición.
El rechazo a la iniciativa parlamentaria convocó a más de 50.000 manifestantes el pasado 11 de mayo, que tomaron las calles de la capital Tiflis en una de las mayores protestas desde que el país se independizó de la entonces Unión Soviética en 1991.
La ley impondría a medios y organizaciones no gubernamentales que reciban al menos 20% de financiamiento extranjero a registrarse como agentes “dedicados a los intereses de potencias extranjeras”.
Las organizaciones deberán entonces hacer frente a costosos requisitos de divulgacióny multas.
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