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QUÉ IMPLICARÍA PARA NUESTRO PAÍS DAR ESE PASO

La OTAN y Argentina: el pedido para convertirse en socio global

En un paso más hacia su alineamiento con las potencias del mundo occidental, el gobierno de Milei solicitó formalmente vincularse con esa alianza militar.

En el marco de su alineamiento con las potencias del mundo occidental, el gobierno de Javier Milei solicitó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que Argentina sea socio global de esa alianza militar. 

El ministro argentino de Defensa, Luis Petri, se reunió en Bruselas con el secretario general adjunto de la OTAN, Mircea Geoana, y le presentó una “carta de intención” con esta solicitud, según anunció el portavoz presidencial Manuel Adorni. 

Cualquier decisión sobre una asociación a esa organización requeriría el consenso de sus 32 países miembros, entre los cuales se encuentra Estados Unidos. Según Adorni, constituirse en socio global permitiría al país sudamericano elevar las capacidades militares y defensivas a través de ejercicios multinacionales y de tecnología avanzada, así como participar en debates y decisiones estratégicas. 

Argentina podría sumarse a un grupo de países que, como socios globales, “ya están accediendo a los beneficios de participar en esta alianza, como Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Japón”, afirmó Adorni. 

Al margen de sus estructuras formales de asociación, la OTAN coopera con una serie de países llamados socios del mundo a título individual. En Latinoamérica, Colombia está en esa categoría. En tanto, Geoana dijo al término de su encuentro con el ministro Petri que recibía “con satisfacción la solicitud de explorar la posibilidad de convertirse en socio de la OTAN”. 

El funcionario señaló que la organización “trabaja con diversos países de todo el mundo para promover la paz y la estabilidad” y “una cooperación política y práctica más estrecha podría beneficiarnos a ambos”.  Geoana también agradeció el respaldo de Argentina a Ucrania con ayuda humanitaria vital, incluyendo alimentos, medicinas y apoyo a los refugiados. 

El diálogo político de esa alianza atlántica con Argentina comenzó a principios de los años noventa. Buenos Aires contribuyó posteriormente a las operaciones de apoyo a la paz de la OTAN en Bosnia-Herzegovina y en Kosovo. 

Según la página web de la organización, el compromiso con los socios globales -que en la actualidad son nueve- está adquiriendo una importancia creciente en un entorno de seguridad complejo, “en el que muchos de los retos a los que se enfrenta la Alianza son globales y ya no están limitados por la geografía”. 

Milei, quien llegó al poder en diciembre, ha concretado una alianza estratégica con Estados Unidos -miembro de la OTAN- e Israel y ha manifestado su deseo de alinearse con el mundo occidental. Uno de los miembros de la alianza militar atlántica es Gran Bretaña, país con el que Argentina libró una guerra en 1982 por las islas Malvinas, en el Atlántico sur, cuya soberanía sigue reivindicando la nación sudamericana.

Otros miembros occidentales son Alemania, Bélgica, España, Francia e Italia. 

La OTAN tiene un compromiso ias pero puede emprender operaciones militares bajo la cláusula de defensa colectiva del tratado fundacional de la organización, por mandato de las Naciones Unidas, por sí sola o en cooperación con otros países y organismos internacionales. 

En medio del redireccionamiento geopolítico del Gobierno y tras la negativa a ingresar al bloque de los BRICS, que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, volcó su atención a profundizar los lazos con Estados Unidos, Israel y Ucrania. De muy buen vínculo con Volodímir Zelenski, el mandatario sostuvo que traba en “reconciliar” a las fuerzas armadas con el “mundo occidental, democrático y libre”.