Más civiles muertos, torturas, violaciones, apropiación de bienes culturales... los investigadores de la ONU presentaron ayer un nuevo balance demoledor de la invasión rusa de Ucrania, que el mes pasado cumplió dos años.
La comisión de investigación creada por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas encontró “nuevas pruebas de que las autoridades rusas violaron los derechos humanos internacionales y las leyes humanitarias internacionales y cometieron los correspondientes crímenes de guerra”.
La comisión llegó a estas conclusiones tras efectuar últimamente 16 visitas a Ucrania y entrevistar a 422 mujeres y 394 hombres. “Nuevos elementos de prueba refuerzan las conclusiones precedentes de la Comisión, según las cuales el recurso de las autoridades rusas a la tortura en Ucrania y en la Federación Rusa es generalizado y sistemático”, añaden.
El nuevo informe detalla “el trato horrible” infligido a prisioneros de guerra ucranianos en centros de detención en Rusia. También documenta “violaciones y otros actos violentos sexuales infligidos a mujeres en circunstancias que pueden calificarse de tortura”.
En uno de los casos, un exdetenido ucraniano que no fue identificado describió cómo le rompieron la clavícula, le sacaron dientes y le golpearon un pie herido, entre otros malos tratos, hasta que “rogó que lo matasen”, explicó el reporte. Tras su liberación, fue hospitalizado en 36 ocasiones hasta enero de ese año, añadió. Asimismo, la investigación permitió “encontrar pruebas suplementarias del traslado ilegal de niños a zonas bajo control ruso”.
En marzo de 2023, la Corte Penal Internacional emitió precisamente una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y la comisionada para la infancia, Maria Lvova-Belova, por presunta “deportación ilegal” de menores. Moscú respondió que considera “nula” dicha iniciativa.
En paralelo, el informe apunta a vulneraciones de derechos humanos por parte de las autoridades ucranianas contra personas sospechosas de colaboración con Rusia. Al tiempo que elogió la cooperación de las autoridades ucranianas en la investigación, la Comisión citó la “falta de cooperación” de las rusas y dijo que no recibió respuesta a sus casi dos docenas de solicitudes de reunión, acceso e información.
La suerte de los objetos culturales
Por primera vez, los investigadores analizaron en el informe de ayer la suerte de los objetos culturales y archivos en los territorios ocupados por Rusia, y se interesaron en especial por la ciudad de Jersón, en el sur de Ucrania.
“Las autoridades rusas trasladaron objetos culturales del Museo de Arte regional de Jersón y archivos” provinciales a Crimea, una península del sur de Ucrania anexionada por Moscú en 2014. “Según las estimaciones del personal de ambas instituciones, más de 10.000 objetos del museo y el 70% de los documentos del edificio principal de los archivos estatales fueron retirados”, detalla el informe.
Según los investigadores, las autoridades de ocupación han cometido un crimen de guerra al apoderarse de bienes ucranianos, en particular por medio de una ley adoptada en marzo de 2023 que estipula que dichos bienes y archivos confiscados pertenecen ahora a Rusia.
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